Mucho antes de que se aprobase el matrimonio entre homosexuales, Argentina había dado pasos de gigante para consolidar su capital, Buenos Aires, como el destino gay más importante de América Latina y como una de las ciudades más gay friendly del mundo. Y, pese a los avances que ha experimentado, sigue dando nuevos pasos en las ferias de promoción turística internacionales. El último de ellos en el Salón de Turismo de Cataluña, celebrado en Barcelona, en el que la Cámara de Comercio Gay-Lésbica Argentina (CCGLAR) se presentó con el mayor stand en el “Pink Corner”, el espacio de la feria dedicado al turismo y ocio orientado al mercado homosexual.
“Queremos que todo el país sea reconocido como meca del turismo gay-lésbico y no solo Buenos Aires”, dijo Pablo de Luca, presidente de la CCGLA. Buenos Aires desplazó a Río de Janeiro como capital gay de Latinoamérica, "pero sólo es la puerta de entrada a un país que ofrece muchas posibilidades”, apuntó su pareja y vicepresidente de la CCGLA, Gustavo Noguera.
De los cinco millones de turistas que llegan cada año a la Argentina unos 900.000 son gays y lesbianas, es decir el 17,8%. Sin embargo, solo un 35% se desplaza al interior del país.
Desde la CCGLAR están trabajando para que haya cuatro eventos gays importantes al año. Dos ya se celebran: la “Vendimia gay” de Mendoza, que tiene lugar la primera semana de marzo y la “Marcha del Orgullo gay”, el primer domingo de noviembre, que el año pasado reunió a 150.000 personas.