El rótulo de amistoso pocas veces se ajusta al clásico más importante del fútbol mundial. Con planteles conformados por jugadores de los torneos domésticos, Argentina y Brasil tenían la obligación de probar por qué son el semillero de los equipos más importantes del planeta. Apenas Héctor Canteros y destellos de Neymar, Juan Manuel Martínez y Damiao justificaron el trámite de un empate parco desde el juego pero emotivo desde los nervios.
Cabe destacar la diferencia de calidad entre ambos equipos, no sólo por la presencia de Neymar, Ronaldinho o Damiao en la canarinha, sino también porque del medio local Sabella convocó a jugadores de flojo presente como Leandro Desábato y Cellay.
Antes de los primeros 15 minutos los dos equipos tuvieron situaciones. Fueron más claras las aproximaciones de la visita, que incluyeron una maniobra fantástica de Neymar que Damiao terminó estrellando en el poste. Por el lado argentino la falta de puntería fue cortesía de Mauro Boselli, que a pesar de ser una amenaza constante no logró afinar la puntería y además sufrió una lesión que lo obligó a abandonar el terreno a los 23′.
La etapa inicial culminó con un empate sin goles y chato desde el trámite. Juan Manuel Martínez y Neymar mostraron su calidad en intervenciones aisladas y el fútbol brilló por su ausencia. Lo mejor del primer tiempo pasó por observar la astucia para cortar y la precisión para jugar del chico de Vélez Héctor Canteros.
En el complemento las acciones siguieron divididas y Argentina comenzó teniendo mejores oportunidades, la mayoría generadas por la distribución precisa de Canteros. La salida de Martínez por lesión complicó la verticalidad albiceleste en los últimos metros, algo que intentó suplir con entrega el voluntarioso Gigliotti, quien había reemplazado a Boselli. Cuando la balanza se inclinó para el equipo de Menezes se vio la capacidad técnica de los visitantes, que durante el nudo del segundo tiempo circularon la pelota con mucho criterio.
El empate se veía venir y los últimos 10 minutos sobraron, sobre todo después de que Damiao realice la perla del encuentro: encerrado por Papa contra el lateral, el delantero de Inter tiró una bicicleta fenomenal por sobre el cuerpo del hombre de Vélez, emulando la jugada que hizo famoso a İlhan Mansız en el Mundial de Corea-Japón 2002. Para Sabella las conclusiones se parecen bastante a las esperadas: Pillud y Martínez pueden pelear un lugar para formar parte del plantel que encare las Eliminatorias, mientras que la impecable actuación de Canteros lo eleva como una alternativa más que interesante. Por su parte, Menezes deberá trabajar y mucho porque su equipo cuenta con una calidad individual superior pero que de forma asociada quedó plasmada de forma intrascendente.
Argentina: Agustín Orión; Sebastián Domínguez, Leandro Desábato, Christian Cellay; Iván Pillud, Augusto Fernández (Chávez), Héctor Canteros, Víctor Zapata, Emiliano Papa; Juan Manuel Martínez (Mouche) y Mauro Boselli (Gigliotti). DT: Alejandro Sabella.
Brasil: Jefferson; Danilo, Dedé, Rever, Kleber; Ralf; Paulinho (Casimiro), Renato Abreu (Óscar); Ronaldinho, Neymar y Leandro Damiao. DT: Mano Menezes.
Goles: no hubo.
Amonestados: 21’ ST Zapata (Argentina).
Expulsados: no hubo.
Árbitro: Enrique Osses (Chile).
Estadio: Mario Alberto Kempes.