Allá no solo aprendió, sino también que creó: "Tomando elementos de la cultura de conversión que lleva décadas en países emergentes, en la forma de GNC o similares, la propuesta consiste en incorporar propulsión eléctrica a cualquier vehículo convencional (nafta, diésel e incluso gas natural). Instalando motores eléctricos en las ruedas traseras de vehículos de tracción delantera, más sus controladores específicos, un medio de almacenamiento y un dispositivo de conexión con la computadora del vehículo, que permite una vinculación transparente con el motor de combustión interna".
Así, y según informa BAE, Valente logró crear un sistema que le permite a los autos convencionales convertirse en autos también eléctricos que podrían funcionar tanto con energía como con combustible. Tanto Valente como su equipo están actualmente trabajando en prototipos avanzados para lograr incorporarlo y comenzar a realizar las primeras pruebas.