Hace poco menos de siete meses, Nicolas Berardo salvaba la cabeza de Pedro Troglio con un gol agónico ante Quilmes para que Argentinos Juniors igualara 2-2. Hasta ese momento, el Bicho que acababa de salir campeón con Borghi se sumergía en el fondo de la tabla, no conocía la victoria y se había quedado eliminado de la Copa Sudamericana.
A partir de ese día, los jugadores se unieron y juraron salir de ese mal momento. Tan mal no les fue: ganaron seis encuentros de nueve y terminaron el torneo con unos aceptables 23 puntos. Este año, el desafío era mayor por estar en la doble competencia del Clausura y la Copa Libertadores. Pero por el momento la cosa está funcionando.
Argentinos es el único equipo que se mantiene invicto en el certamen local. Con el triunfo reciente ante Banfield por 2-0 en el Florencio Sola, acumula tres triunfos y cinco empates. Eso no es todo. Si bien apenas cuenta con siete tantos anotados, su arco defendido por Nicolás Navarro y Luis Ojeda recibió solamente dos. Es el equipo menos goleado hasta el momento.
Mientras se ubicó provisoriamente como escolta del líder Estudiantes, en la Copa Libertadores está en lo más alto de la tabla del Grupo 3. La reciente derrota frente a Nacional de Montevideo en el estadio Diego Armando Maradona complicó lo que parecía una clasificación fácil a octavos de final. No obstante, le resta jugar un encuentro de visitante y cerrar la fase de local, por lo que cuenta con grandes posibilidades de seguir con vida.
Ante Banfield ganó bien, con goles de Franco Niell y de Mauro Bogado. De esta manera, confirmó su buen presente y le asegura tranquilidad a Troglio, quien confesó que aquel gol de Berardo contra Quilmes le salvó el puesto. Si ese derechazo desesperado no hubiera penetrado la línea en el Centenario de Quilmes, otra habría sido la historia de este Bicho que promete y se ilusiona con más.