El apellido Poy es sinónimo de Rosario Central. Aldo Pedro marcó su nombre a fuego en la historia canalla gracias a su palomita frente a Newell’s, en las semifinales del campeonato Nacional 1971. Su hijo Mauro cargaba con la pesada mochila de triunfar en el mismo club que su papá, pero su paso más recordado tuvo lugar en Godoy Cruz. El ídolo de la escuadra mendocina, que hoy defiende los colores del Skoda Xanthi griego, es el argentino exiliado de esta semana en MuyFútbol.
Nacido en Rosario el 2 de julio de 1981, se destacó siempre por su habilidad y desequilibrio. Sin embargo, con la casaca azul y amarilla nunca pudo dar pruebas de sus aptitudes, por lo que emigró a Racing de Córdoba para poder disfrutar con la caprichosa bola de cuero. En la Academia de esa provincia obtuvo más continuidad y destapó su talento y gambeta peligrosa, transformándose en una gema interesante para el mundo futbolístico.
Gracias a la vidriera que significó Racing, recibió tentaciones por parte de los dirigentes de Godoy Cruz y eventualmente fue transferido. Los hinchas guardan un gran cariño hacia él por haber marcado el gol de la victoria ante Ben Hur en el Apertura 2005 de la B Nacional, ya que éste le posibilitó al Tomba quedarse con el título. Posteriormente, el elenco ascendió a la máxima categoría en la recordada final frente a Nueva Chicago, la cual fue una de las alegrías deportivas más grandes en la vida del rosarino.
“Sin duda que el gol a Ben Hur fue uno de los más importantes de mi vida, ese recuerdo lo tendré siempre. Lo más importante fue haber salido campeones y conseguir el ascenso. Ante todo, fue consecuencia del gran grupo que teníamos: éramos muy unidos dentro y fuera de la cancha y eso se veía, los demostrábamos en todos los partidos”, aseguró el atacante.
Enemigo de las cábalas, utiliza su cuenta personal de Twitter (@mauropoy) para mantener un contacto fluido con los fanáticos argentinos y helénicos. A través del teclado, expresa con alegría su cariño a los seguidores de Godoy Cruz, quienes constantemente le envían mensajes de afecto.
El descenso del Bodeguero en 2007 -al perder la Promoción frente a Huracán- empañó la excelente trayectoria de Poy en la entidad cuyana. “Fue algo muy doloroso para todos, lo sentimos mucho. Nos tocó descender pero el grupo no lo merecía. El club mantuvo la seriedad y un buen proyecto, y pudo volver a primera. Ahora, Godoy Cruz disfruta de este presente tan lindo para todos”, comentó.
Una vez consumada la perdida de categoría, el delantero emprendió viaje hacia la cuna de la civilización para jugar en Skoda Xanthi, que milita en la Súper Liga y subsiste momentáneamente a la crisis económica que afecta a Europa. En el Viejo Continente desparramó su nivel y convivió con la tranquilidad de la ciudad de Xanthi. “Muchas cosas para hacer no hay acá, pero con mi mujer siempre encontramos actividades: cuando tenemos días libres aprovechamos para conocer lugares. Hay muchas cosas lindas para ver”, añadió.
Mauro Poy aparece como uno de los referentes principales de su equipo. Su experiencia europea comenzó hace poco menos de cinco años pero sueña con retornar a Godoy Cruz. No fue el protagonista de una recordada hazaña como su padre, pero su valor y prestancia no merecen ser olvidadas.
Declaraciones: La Página Bodeguera y Hellas Football.