Argo: Misión encubierta

Publicado el 20 noviembre 2012 por Mike_lee

En 1979, los defensores de la revolución iraní irrumpen en la embajada estadounidense en Teherán, tomando como rehenes a quienes allí encuentran. Sólo seis empleados de la embajada consiguen escapar y refugiarse en casa del embajador canadiense. Intentando evitar una inminente crisis internacional, la CIA organiza una peligrosa misión de extracción de la que se encargará el agente especial Tony Méndez, quien necesitará algún truco hollywoodiense para que semejante misión sea posible.
La carrera de Ben Affleck cambió para siempre cuando se hizo con el Oscar al Mejor Guión Original por el trabajo realizado en El indomable Will Hunting junto a su amigo Matt Damon. Desde ese momento, Affleck trabajó como actor en un buen número de películas, normalmente de calidad mediocre (véase Daredevil). Sus cualidades interpretativas fueron duramente criticadas y, justo cuando parecía encasillado definitivamente, sorprendió con actuaciones comedidas en películas interesantes como La sombra del poder y, lo que es más importante, debutó en la dirección con dos de mis películas favoritas de la década pasada: Adiós pequeña, adiós, potente thriller negrocriminal con ecos del desarraigo social actual; y The Town, drama criminal ambientado también en Boston. Ambas contaban con repartos excepcionales y personajes que representaban un universo moral ambiguo, además de un pulso incuestionable tras la cámara que destilaba ciertas reminiscencias del cine clásico. En 2012, Affleck vuelve con su consagración definitiva como director: Argo.

Nada más comenzar, Argo nos traslada al pasado reciente y nos informa acerca del complejo contexto político de Irán a través de unos elaborados storyboards para acto seguido dar paso a una sensacional secuencia de apertura que da pie a una enrevesada e interesante trama. Basado en los artículos que recogen en caso real, el guión escrito por Chris Terrio para Argo recurre a las convenciones del cine de espionaje de la década de los 70 y 80 (la era pre-Bourne y efectos especiales a la que ya recurrió Steven Spielberg en Munich) para sumergirnos de lleno en una misión casi imposible que nos emocionará y sorprenderá hasta el último minuto. Además, la trama de Argo se enriquece gracias a los elaborados toques de humor, en especial los que critican duramente a la industria cinematográfica de Hollywood; el retrato humano que ofrece de los personajes (no hay lugar para los grandes héroes) y el reflejo que ofrece del fundamentalismo islámico predominante en la revolución iraní, con el que, por desgracia, se pueden extraer muchos paralelismos respecto a los sucesos de nuestros días.

La labor de Ben Affleck tras la cámara es magnífica, maneja a la perfección el ritmo, equilibra las partes dramáticas de la trama con el humor y los homenajes al cine de ciencia ficción (guiños a Star Wars incluidos), da a cada personaje su espacio para que desarrolle sus matices y formalmente huye de efectismos para emplear trucos clásicos que funcionan como un mecanismo de relojería. Tanto la fotografía de Rodriego Prieto (Brokeback Mountain) como el montaje de William Goldenberg (Heat), la ambientación y especialmente la adecuada la banda sonora de Alexandre Desplat (Moonrise Kingdom) contribuyen a elevar la calidad de Argo, que, como curiosidad, inicialmente iba a ser escrita y dirigida por George Clooney y Grant Heslov, productores del filme.
Affleck ha demostrado ser un gran director de actores, y el caso de Argo no es ninguna excepción. El reparto se compone de grandes secundarios como Bryan Cranston (Contagio), un divertidísimo Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine) y un carismático John Goodman (recuperado tras su paso por The Artist). Les acompañan en papeles menores Victor Garber (Alias), Scoot McNairy (Mátalos suavemente), Clea DuVall (The Faculty), Titus Welliver (The Town) y Kyle Chandler (Super 8). Mientras tanto, Affleck se reserva el papel protagonista y hace un trabajo correcto, dando cierto trasfondo a su personaje.

Cine de calidad capaz de atrapar, emocionar y divertir durante dos horas, Argo es uno de los títulos más destacables de 2012, una gran película que supone la consolidación de Ben Affleck como director, uniéndose al grupo de actores que demostraron su valía tras la cámara como Geoge Clooney, Robert Redford y el legendario Clint Eastwood.