Argumento: "El veganismo es intolerante, fascista, otra forma para odiarnos y llevarnos a la guerra"

Por Respuestasveganas @respuestasvegan

EFECTIVIDAD Y CONSECUENCIAS\Conflictos

PROLEGÓMENO: En esta entrada partimos aceptando que ser radical en una actividad o idea no implica que se haga algo éticamente incorrecto[1].


Algunas personas dicen que los veganos son intolerantes porque no sólo rechazan participar en la esclavización y asesinato de animales no-humanos sino que además intentan convencer a otros para que también vivan de manera vegana e incluso quieren que llegue un día se prohiba vivir de manera no vegana.
Algunas de dichas personas añaden que la actitud de los veganos va a producir odio entre ellos y quienes no lo son, llevándolos a una guerra. A veces, añaden que no debemos hacernos veganos para que evitemos dicha guerra, y quienes ya lo son no deben intentar conseguir que todo el mundo viva de manera vegana.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "Los veganos son intolerantes".
(A2) Como (A1) es verdadero entonces "Los veganos son fascistas que van a provocar una guerra contra quienes no son veganos".
(A3) Como (A2) es verdadero entonces "No debemos hacernos veganos".
(A4) Como (A2) es verdadero entonces "Los veganos no deben intentar conseguir que todo el mundo viva de manera vegana".
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) El veganismo se basa en la no-violencia. El veganismo es por definición una filosofía de vida pacífica, tal y como Donald Watson, miembro fundador de la Sociedad Vegana (Vegan Society), definió:

"El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales." Donald Watson


El veganismo promueve la no-violencia, pues además de estar en contra de que se esclavicen y asesinen animales no-humanos, por lógica, promueve que no se esclavicen ni asesinen animales humanos. Muchos veganos, antes de serlo, estaban interesados e implicados en asuntos sobre la violación de los Derechos Humanos. Una cosa les llevó a la otra.
Aunque el veganismo ha ido creciendo desde su creación, y a día de hoy existiremos unos cuantos millones de veganos en el mundo (y muchos más ovolácteovegetarianos), seguimos siendo una minoría de la población. Lo previsible es que cuando el veganismo crezca aumentará la disponibilidad de productos veganos y la información social será mayor, entonces el veganismo, dada su naturaleza anticrueldad, crecerá más rápido aumentando la presión social sobre las conciencias de quienes apoyan la explotación animal. Dada la naturaleza del veganismo la presión social será pacífica (lo que no quita que se puedan dar casos de individuos violentos). Un ejemplo es lo que ocurre actualmente con el rechazo de la mayoría de la población española hacia la tauromaquia. Al final del proceso la conciencia colectiva será mayoritariamente de respeto hacia todos los animales y entonces eso hará que la política hacia los animales también cambie democráticamente.


Why Must We Eat The Animals? (Oh Why Oh Why?)


(ii) Los veganos somos radicales pero tolerantes. Los veganos somos radicales pero tolerantes con quienes practican una actividad que consideramos abominable. Nuestros esfuerzos se centran en concienciar a la población para que se produzca un cambio social.


Entrevista al activista Michal Kolesar (Link)


Aunque la teoría vegana es radical en el respeto a los animales sintientes, hay que tener en cuenta el contexto cultural en el cual nos encontramos a la hora de abordar el problema del especismo y del maltrato animal, es decir, debemos ser tolerantes con las ideas y las prácticas (y por tanto con quienes las defienden) que no nos parecen moralmente respetables[2] pero que cuentan con un respaldo social mayoritario expresado en democracia mediante referendúms o programas políticos.
Quienes maltratan animales no-humanos, mayoritariamente siguen las normas de su cultura ya que creen que así están obrando correctamente. Así es como les han educado a vivir y como vive la gran mayoría personas con las que se relacionan; muchos hemos pasado por esta situación cuando aún no éramos veganos.
El cambio social no se consigue mediante la intolerancia sino mediante el ejemplo, la crítica, el activismo, el debate social, etc. para que cada día más personas decidan vivir de manera vegana hasta que esta concienciación se transforme en cambios políticos. Es una cuestión complicada y nos queda un largo camino de esfuerzo por delante, pero lo conseguiremos porque nuestra causa se articula sobre una idea imparable: hacer daño a los demás innecesariamente es una acción éticamente incorrecta.
La Real Academia de la Lengua define 'tolerancia' como:

tolerancia. (Del lat. tolerantĭa).
2. f. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.


Según esta definición de 'tolerancia', no respetar una idea y no respetar una práctica se nombraría mediante la misma palabra, por lo tanto, pareciera que sólo nos dieran la posibilidad de no compartir ideas y prácticas indiferentemente de que estas sean estéticas o éticas. Pareciera una definición más bien conservadora... donde la crítica a lo establecido, al status quo, se reduce a un "no comparto pero respeto", es decir, a una cuestión de gusto subjetivo, lejos de permitir planteamientos éticos y de justicia común.
(iv) Toda ley jurídica es intolerante. Al igual que ocurre con la palabra 'radical', a la palabra 'intolerancia' se la asocia a una connotación negativa pero, según la definición de 'tolerancia' anteriormente mencionada, deducimos que cualquier ley que prohiba algo es intolerante con las ideas, creencias o prácticas que la contradicen. Lo prohibido, la ley, se da en todas las sociedades -mediante procedimientos más o menos democráticos- luego todas las sociedades son intolerantes en menor o mayor grado.
Como en el caso del radicalismo, la intolerancia puede ser usada para fines buenos o para fines malos, existen leyes buenas y leyes malas, existe intolerancia buena e intolerancia mala. Llegamos a la cuestión fundamental de la Ética: ¿qué es lo correcto y qué es lo incorrecto? los sensocentristas[3] vivimos de manera vegana para respetar los intereses fundamentales de los demás[4].
(iii) Los veganos somos tolerantes pero democráticos. Ojalá toda la gente dejara de dañar la vida a los demás por convicción y no porque existan unas leyes que lo prohiban, pues aunque éstas existan siempre podrán ser incumplidas (agresiones, asesinatos, violaciones, etc.) si no existe una convicción personal para seguir unos valores respetuosos que nos obligen moralmente a comportarnos humanamente hacia los demás. Una educación vegana es fundamental para que los niños crezcan valorando la vida de los demás, independientemente de cómo sean.

CONCLUSIÓN: Aunque el sensocentrismo y el veganismo sean posicionamientos radicales, la inmensa mayoría de veganos son tolerantes con quienes no lo son, pues parten de un posicionamiento que rechaza la violencia hacia todos los animales. Los veganos tienen familia y amigos que no son veganos. Los activistas veganos intentan concienciar a la población para que cambien por sí mismos. En un futuro, si la gran mayoría de la población es vegana entonces se presionaría democráticamente como, por ejemplo, hoy ocurre con la tauromaquia.


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INFORMACIÓN ADICIONAL:
LA TOLERANCIA [5]
Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar. Aparece como una noción escurridiza que, ya de entrada, presenta dos significados bien distintos: permitir el mal y respetar la diversidad. Su significado clásico ha sido «permitir el mal sin aprobarlo». ¿Qué tipo de mal? El que supone no respetar las reglas de juego que hacen posible la sociedad. Si algunos no respetan esas reglas comunes, la convivencia se deteriora y todos salen perdiendo. Por ello, quien ejerce la autoridad -el gobernante, el padre de familia, el profesor, el policía, el árbitro- está obligado a defender el cumplimiento de la norma común.
Defender una ley, una norma o costumbre, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento. Pero hay situaciones que hacen aconsejable permitir la posición de fuera de juego y «hacer la vista gorda». Esas situaciones constituyen la justificación y el ámbito de la tolerancia entendida como permisión del mal. Hacer la vista gorda es un giro insuperable, porque expresa algo tan complejo como disimular sin disimular, darse y no darse por enterado. Esa es precisamente la primera acepción de tolerancia, prerrogativa del que tiene la sartén por el mango, que libremente modera el ejercido del poder.
(...)
Hay una tolerancia propia del que exige sus derechos. La oposición de Gandhi al gobierno británico de la India no es visceral sino tolerante, fruto de una necesaria prudencia. En sus discursos repetirá incansable que, «dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenernos de toda violencia». Y que, «si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo». Además, «si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos».
FALACIA DE LA PENDIENTE RESBALADIZA
En debate o retórica, la pendiente resbaladiza es una de las falacias informales clásicas. Sugiere que una acción iniciará una cadena de eventos que culminarán en un indeseable evento posterior sin establecer o cuantificar las contingencias relevantes. El argumento es también conocido como el efecto dominó.
¿CÓMO SE PRODUCE LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA DE LA HUMANIDAD?
"Todos los cambios exteriores de las formas que no son consecuencia de una modificación de la conciencia, no solamente no mejoran la condición de los hombres, sino que con frecuencia la agravan. No son los decretos del gobierno los que han abolido las matanzas de niños, las torturas, la esclavitud, es la evolución de la conciencia humana quien ha provocado la necesidad de estos decretos; y la vida no se mejora más que en la medida en que sigue el movimiento de la conciencia, es decir, en la medida en que la ley del amor ha reemplazado en la conciencia del hombre la ley de la violencia." [...] "La evolución de la conciencia no se hace por saltos, no es discontinua y nunca se puede encontrar el límite que separa dos periodos de la vida de la humanidad; y sin embargo, existe, como existe entre la infancia y la adolescencia, entre el invierno y la primavera, etc. Si no hay un rasgo limítrofe, hay un periodo transitorio, y es el que ahora atraviesa la humanidad europea. Todo está preparado para el paso de un periodo al otro, no falta más que el empuje que realice este cambio. Y este empuje puede darse a cada momento. La conciencia social niega desde hace tiempo las formas antiguas de la vida, está pronta a adoptar las nuevas. Todos lo saben y lo sienten igualmente. Pero la inercia del pasado, el temor en el porvenir hacen que con frecuencia lo que está preparado desde hace mucho tiempo en la conciencia de todos no pase aún a ser una realidad, a veces basta una palabra para que la conciencia se imponga, y esta fuerza importante en la vida común de la humanidad -opinión pública- transforma inmediatamente, sin lucha y sin violencia, todo el orden existente"[6].

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REFERENCIAS
[1] Argumento: "Los veganos son unos radicales, eso no está bien"
[2] Argumento: "Los veganos se creen moralmente superiores"
[3] Argumento: "La característica moralmente relevante para respetar la vida de alguien no es la sintiencia"
[4] Argumento: "El veganismo es puro moralismo. No existe el bien ni el mal, tan sólo existen intereses relativos al sujeto"
[5] ecojoven.com - La tolerancia
[6] antorcha.net - Extractos del ensayo Importancia de negarse al servicio militar