Argumento: 'Los animales no planifican el futuro'

Por Respuestasveganas @respuestasvegan

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Algunas personas dicen que los humanos son el único animal que tiene capacidad cognitiva para planificar eventos futuros y, por lo tanto, es éticamente correcto explotar y asesinar a los animales no-humanos.
Según el etólogo William Roberts, los animales están "atrapados en el tiempo", es decir, sin las sofisticadas habilidades mentales necesarias para percibir el tiempo -como dar forma a los recuerdos- los animales viven únicamente el presente. Según Roberts, los animales están "atrapados en el tiempo" porque no pueden "viajar en el tiempo" mentalmente hacia el pasado o el futuro. Los humanos, consciente y voluntariamente, podemos recuperar recuerdos específicos o pensar en el futuro y anticipar acontecimientos, los animales no-humanos no. Los humanos serían los únicos seres vivos capaces de comprender el tiempo.
A veces dicen que:

Por ejemplo, cuando se les da la opción, palomas y ratas prefirieron una recompensa pequeña pero inmediata que una futura pero mayor.
En otra prueba, los científicos presentaban a los primates una elección entre un plátano y dos plátanos. Como se puede esperar, siempre elegían dos plátanos. Pero cuando ambas opciones comenzaban a aumentar en número de bananas, los animales dejaron de tener claras sus preferencias: como no estaban suficientemente hambrientos en ese momento como para comerse 10 plátanos, la mitad de las veces preferían la opción de cinco plátanos sin darse cuenta de que podían guardar el excedente para más tarde -como hacen los grandes capitalistas cuando acumulan riquezas que no necesitan-, es decir, satisfacían la necesidad inmediata sin planificar para una posible necesidad futura. Esto no es probable que le pase a un humano, que a menudo utiliza el raciocinio y la anticipación.
Pero entonces, ¿qué ocurre con las ardillas, por ejemplo, que acumulan provisiones para los meses de invierno? Tal comportamiento ¿no parece demostrar que los animales sí pueden anticipar necesidades futuras? Lo más seguro es que no sea así. Varios estudios han averiguado que esos animales no paran de acumular incluso cuando lo ya almacenado desaparece inexplicablemente. Esto podría significar que los animales no entienden por qué recogen comida, lo que ello significa para su futuro o incluso de qué futuro se trata. Simplemente, les empuja el instinto. Los humanos, por el contrario, sí entienden el propósito de sus acciones y son capaces de cambiar de estrategia si los resultados no son los deseados.


Estas personas concluyen que la capacidad para planificar el futuro surgió en los homínidos sólo en los pasados 2,5 a 1,6 millones de años.
Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:
(A1) "La principal característica moralmente relevante es la capacidad de planificar el futuro".
(A2) "Todos los humanos tienen capacidad para planificar el futuro".
(A3) "Los animales no-humanos no tienen capacidad para planificar el futuro".
(A4) Como (A2) y (A3) es verdadero entonces "Es éticamente correcto explotar y asesinar a los animales no-humanos".
RESPUESTA VEGANA:
Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras:
(i) La principal característica moralmente relevante es la sintiencia. La principal característica moralmente relevante para respetar a alguien es la sintiencia[1], no la capacidad de planificar el futuro como se dice en (A1).
(ii) No respeta moralmente a los humanos que forman parte de los casos marginales. Cuando se afirma que la característica moralmente relevante para respetar a alguien es la capacidad para planificar el futuro se está argumentando a favor del no respeto moral a bebés humanos y el no respeto moral a otros humanos que carecezcan de la capacidad para planificar el futuro[2].
(iii) Planificar el futuro es una característica biológicamente necesaria. Todos los animales planificamos el futuro en menor o mayor medida. Pensar sobre lo que queremos hacer en los próximos segundos es una planificación de eventos futuros a muy corto plazo. ¿Cómo podrían sobrevivir sin recordar dónde han estado ya antes, dónde encontrar comida, o qué tipo de peligros les conviene evitar? ¿Se limitan a ir de un sitio a otro al azar, guiados quizás por sus instintos, y a picotear -en el caso de los pájaros- todo aquello que tenga aspecto comestible? no parece lógico que sea así.
(iv) La ciencia afirma que muchos animales no-humanos planifican el futuro. (A3) es falso. A continuación mostraremos estudios sobre ello:
Antes de 1997, se habían encontrado escasas evidencias científicas de que los animales pueden planificar eventos en el futuro.
PLANIFICACIÓN DEL FUTURO EN PRIMATES:
- Desde 1997, Mathias Osvath, un científico cognitivo de la Universidad de Lund en Suecia, inició un estudio sobre la capacidad de planificar el futuro de un chimpancé llamado Santino que vivía encerrado en el zoológico de Furivik. El estudio comenzó cuando los carceleros se percataron que siempre había piedras amontonadas en la sección del pabellón que mira hacia el público visitante. Santino acumulaba las piedras para posteriormente lanzárselas a los degenerados visitantes que pagaban para observarle en cautiverio. Estas observaciones forman parte de un informe publicado en 2009 en la revista científica Current Biology. Esto da a entender que Santino era capaz de anticipar un estado mental futuro, una capacidad que ha sido difícil de demostrar a ciencia cierta en los animales, así lo explica Mathias Osvath:


"Hemos llevado a cabo estudios experimentales y a mi entender los chimpancés demostraron de forma muy clara que sí planifican para sus necesidades futuras. Sin embargo hay argumentos de que quizás esto haya sido un artilugio experimental." (...) "Ahora tenemos este comportamiento espontáneo, que de cierta forma es una evidencia más sólida". (...) "Estoy personalmente convencido de que al menos los chimpancés son capaces de planificar para sus necesidades futuras" (...) "Espero que otros zoológicos o los que están en el campo observen más de cerca lo que sucede". (...) "Apostaría que debe haber muchos de estos comportamientos de por ahí. No me sorprendería que los encontremos en los delfines y otras especies". Mathias Osvath, en una entrevista a la BBC en marzo de 2009


Las actividades matutinas de Santino justo antes de que se abriera el zoológico en la ciudad al norte de Estocolmo fueron las más reveladoras. Ese era el momento para pertrecharse tranquilamente, en anticipo de lo que vendría más tarde.
Además, Santino aprendió cómo y cuándo podría desarmar componentes de su pabellón de hormigón para fabricar más proyectiles. Las filtraciones de agua en las grietas del hormigón generan desprendimientos al congelarse. Santino se inventó un procedimiento de golpear el hormigón suavemente para detectar las partes huecas a través del sonido y luego golpea con fuerza para sacar trozos que pasan a formar parte de su arsenal.
- En mayo de 2006, La resvista Science publicó un estudio de Joseph Call, investigador jefe del Instituto Max Plank de Antropología Evolucionaria, titulado "Planning of the Apes", en el que se muestra que los chimpancés pigmeos y los orangutanes son animales con capacidad para planificar el futuro[3]:

Los investigadores encontraron que estos simios pueden escoger una herramienta que les servirá para realizar una tarea posterior, llevársela, guardarla por un tiempo y volverla a sacar, horas después, para resolver el problema.
El equipo de científicos alemanes cree que esta capacidad puede haber surgido hace unos 14 millones de años, cuando los chimpancés pigmeos, los orangutanes y los seres humanos compartían un ancestro común.
Según Josep Call, investigador jefe del Instituto Max Plank de Antropología Evolucionaria, "estudios previos habían demostrado que chimpancés y otros animales pueden transportar herramientas para resolver un problema en el momento".
Pero la principal diferencia en este caso, "es que cuando los simios se llevan la herramienta, la guardan y no la usan. Pero eso significa que ellos anticipan que la van a necesitar después para solucionar algo".
Simios en el Salón de espera:
Para llegar a estas conclusiones los científicos hicieron varios experimentos. En uno de ellos, les enseñan a los simios cómo usar una determinada herramienta para conseguir algo de comer que está en un repostero.
Después, los simios tienen que escoger de entre varias herramientas que les ofrecen, algunas de las cuales sirven para el propósito de conseguir la comida guardada y otros no. Pero el acceso a la comida se cierra con llave.
Acto seguido se lleva a los simios a otro lugar, donde tienen que esperar una hora antes de regresar a la habitación donde se había dejado la comida.
Si ellos habían escogido la herramienta correcta, entonces podían conseguir el premio.
En seis casos de 16, los simios consiguieron escoger la herramienta correcta, llevársela a la sala de espera y usarla después para recuperar la comida.
El equipo de científicos también encontró que el nivel de éxito se repetía cuando se extendía aún más el periodo de espera: unas 14 horas.
"Para la teoría tradicional del aprendizaje es muy difícil explicar esto y varios científicos habían sostenido que la planificación a futuro es algo que estaba más allá de la capacidad de los animales", comenta Josep Call.
El equipo alemán se centró en los chimpancés pigmeos y en los orangutanes porque estos tipos de simios representan nuestros parientes más cercanos, en el primer caso, y más lejanos, en el segundo, en la cadena del gran simio.
Humanos y chimpancés evolucionaron en diferentes caminos entre cinco y siete millones de años atrás; los orangutanes, hace unos 14 millones de años.
En la siguiente etapa, el equipo piensa investigar si los simios son capaces de proteger la herramienta si es que comparten el salón de espera con un competidor.


- Nicholas Mulcahy y Josep Call del Instituto Max Planck para Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania) pusieron a prueba a unos bonobos, parientes cercanos a los chimpancés y orangutanes, en el zoo local. Prepararon varios experimentos que exigían a los simios recordar una forma compleja para recuperar un obsequio y les ofrecieron la oportunidad de utilizar utensilios para ello.
Y es que hasta ahora las observaciones de uso de herramientas y planificación habían implicado sólo hambre inmediata por parte de los animales, lo que no suponía un pensamiento a largo plazo. De este modo, cuando los chimpancés transportan piedras para usarlas para abrir nueces, o los cuervos de Nueva Caledonia hacen herramientas con forma de anzuelo para pescar insectos, lo hacen en un intento por satisfacer su actual estado de hambre, no uno futuro... Eso es lo que se pensaba.
Pero los científicos realizaron un experimento aún más complejo, para así demostrar que en las acciones de ciertos animales si está implicado el futuro. Construyeron un cilindro de metal con una pieza de espagueti crudo sujetando dos racimos de uvas. Para obtener la recompensa tenían que romper el espagueti insertando un tubo de plástico a través del agujero superior del cilindro. Eso hacía que las uvas cayeran y colgaran frente a los agujeros frontales de tal forma que podían acceder a ellas.
En otra prueba, los simios tenían que utilizar un gancho de metal para pescar una botella de jugo de uvas. Para pasar los experimentos, los animalitos tenían que recordar sacar la herramienta adecuada de la habitación y devolverla un tiempo después. Tanto los orangutanes como los bonobos pasaron las pruebas varias veces.
PLANIFICACIÓN DEL FUTURO EN AVES:
- En 1999, la revista Science publicó un experimento de los psicólogos Nicola Clayton y Anthony Dickinson, de la Universidad de Cambridge, que demostró que los arrendajos recuerdan perfectamente, no sólo dónde han escondido la comida, sino también qué tipo de comida enterraron en cada escondite e, incluso, cuándo la enterraron.
Para demostrar esto, Clayton y Dickinson le dieron a una serie de pájaros la oportunidad de esconder dos tipos de comida, cacahuetes (maní) o gusanos, en unas cubetas que los investigadores habían preparado llenándolas con arena. Cada arrendajo tenía a su disposición varias cubetas, y alrededor de ellas había determinados objetos para permitir a los pájaros tomar referencias espaciales que les pudieran servir posteriormente de guía durante el proceso de recuperación del alimento.
Una vez que cada pájaro había enterrado todos los alimentos disponibles en su sesión experimental, la primera prueba consistía en averiguar si recordaba los escondites y qué había escondido en cada sitio. Pudiendo recuperar ambos tipos de alimento, lo normal sería que se inclinaran por los gusanos, su comida favorita. Efectivamente, al devolver a los pájaros al recinto experimental unas horas después de haber almacenado los alimentos, los pájaros fueron directamente a los lugares en los que habían escondido ¡los gusanos!.
Así, el experimento demostró que sabían perfectamente qué habían escondido y dónde. Por supuesto, los alimentos habían sido retirados y la arena renovada antes de realizar la prueba, con el objeto de evitar claves olfativas o pequeñas marcas que pudieran guiar la búsqueda. Pero venía la otra parte: averiguar si recordaban no sólo qué han escondido y dónde, sino también cuándo. Para investigar esto se utilizó información acerca de sus preferencias gastronómicas y de las leyes de la naturaleza: prefieren los gusanos a los cacahuetes, y los gusanos se descomponen mucho antes que los cacahuetes. Entonces, si se les permitía recuperar la comida poco tiempo después de haberla escondido, lo normal era que recuperaran antes los gusanos, que les gustan más. Sin embargo, si pasaba mucho tiempo desde que escondían la comida hasta que se les permitiera recuperarla, y si tienen memoria temporal, deberían recuperar los cacahuetes en vez de los gusanos.
Los resultados del experimento mostraron, efectivamente, que si habían pasado unas pocas horas desde el almacenamiento de comida hasta que les permitían recuperarla, los arrendajos buscaban los gusanos, dejando los cacahuetes para otra ocasión. Por el contrario, si habían pasado ya varios días no se molestaban en recuperar los gusanos: de alguna manera calculaban que debían estar ya podridos e invertían su tiempo (y sus ganas de comer) en buscar los cacahuetes.
Esta recuperación selectiva de los cacahuetes cuando han pasado muchas horas desde el almacenamiento se da sólo en los pájaros que previamente han tenido la oportunidad de aprender que la carne de gusano se estropea con el paso del tiempo. Es decir, los pájaros recuerdan perfectamente qué alimentos han guardado y cuándo lo han hecho, pero requieren de la experiencia para aprender que determinados alimentos se echan a perder con el tiempo.
Los pájaros que, criados en cautividad, no han tenido la oportunidad de aprender esto, no seleccionan adecuadamente sus alimentos. Eso sí: esta dependencia del aprendizaje no limita la actuación de los pájaros, sino que más bien la hace más flexible y capaz de adaptarse a la recogida de una enorme variedad de alimentos diferentes.
- Joanna Dally, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y sus colegas pusieron a prueba a arrendajos en cautividad, y vieron que los pájaros podían recordar qué otra aves estaban mirando cuando escondieron por primera vez ciertos alimentos. Si un pájaro con más autoridad que los arrendajos les había visto almacenar su comida, los arrendajos movían el escondite cuando el ave dominante no estaba mirando.
- De acuerdo a Thomas Suddendorf, de la Universidad de Queensland en Brisbane (Australia), planear las necesidades futuras no es únicamente humano, ya que simios y arrendajos pueden anticipar también futuras necesidades recordando acontecimientos pasados, lo que contradice la idea de que dicho comportamiento cognitivo sólo aparecía en homínidos.
- En febrero de 2007, la revista Nature publicó un estudio titulado "Planning for the future by western scrub-jays"[4][5], llevado a cabo durante siete meses por el investigador Andy Radford, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, con el que demostró que los pájaros intensifican sus relaciones intragrupales cuando aumentan las posibilidades de un conflicto con un grupo rival.
Esta conducta parece indicar que las aves pueden ser capaces de anticiparse a una situación y planificar de antemano, comportamiento que normalmente se atribuye a los seres humanos y a los primates más evolucionados.
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INFORMACIÓN ADICIONAL
SOBRE EL TIEMPO
Para comprender el tiempo se decesitan dos habilidades cognitivas:
- la capacidad de recordar secuencias ordenadas de acontecimientos;
- y la capacidad de anticipar necesidades o sucesos que tendrán lugar en el futuro.
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REFERENCIAS
[1] Argumento: "La característica moralmente relevante para respetar la vida de alguien no es la sintiencia"
[2] Argumento: "Los animales son diferentes a los humanos, por esta razón podemos explotarlos y asesinarlos para nuestro beneficio"
[3] "Planning of the Apes". Science. Yudhijit Bhattacharjee on 18 May 2006, 12:00AM y BBC Ciencia, 22-05-2006 // www.news.bbc.co.uk
[4] C. R. Raby1, D. M. Alexis, A. Dickinson & N. S. Clayton. "Planning for the future by western scrub-jays". Vol 445|22 February 2007| doi:10.1038/ Nature.
[5] bbc.co.uk - Las aves tienen la capacidad de planificar
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- (26/05/2006) neofronteras.com - Los simios planifican el futuro
- (19/05/2006) 20minutos.es - Algunos simios y pájaros pueden pensar en el futuro - estudios
- (06/05/2006) axxon.com.ar - Descubren que los monos y los orangutanes planifican sus acciones
- (30/08/2004) news.bbc.co.uk - Chimpancé con el amor hecho humo
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