La verdad es que no he seguido de cerca el polémico asunto de incriminar al Estado por parte de algunos medios de comunicación que han hecho del asunto uno de sus rasgos distintivos, siendo en parte correa de transmisión de algunos grupos políticos y sindicales.
Se incrimina al Estado español por ayudar indebida e injustamente a la Iglesia católica, sin hacer siquiera mención de lo que el mismo Estado hace con otras tantas numerosas instituciones que también vertebran de la vida en la sociedad española. Tampoco he visto el programa de televisión de La Sexta, que generó en Twitter el hastag #QueDiosTeLoPague.
No parece que haya presuntos periodistas que incriminen sin más al Estado en su relación con las instituciones sociales en general (ejército, sindicatos, partidos políticos, Cruz Roja, etc.), sino que lo hacen en la estricta medida en que -con tremendo aparato de aspavientos comunicativos de escándalo farisaico- dicen sólo que el Estado favorece injustamente a la Iglesia católica. Y que por tanto hay que evitar que la Iglesia se aprovecha del dinero de los españoles, etc.
Como no se trata ni de lejos de polemizar con semejante actitud (que se califica profesionalmente por sí sola como propaganda bajo pretensiones periodísticas), entiendo que el ciudadano medio puede hacerse cargo de la malicia de este asunto, dedicando un minuto a leer la carta de un lector de un periódico, recogida por Arguments (El IBI de la Iglesia Católica):
Se van levantando voces que solicitan de los poderes públicos que la Iglesia católica deje de estar exenta del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del tributo de sucesiones y donaciones, del IRPF y el IVA ( DV 16-04-12).
En primer lugar, no es un privilegio especial de la Iglesia católica ya que también están exentas otras instituciones como Defensa, Ejército, Seguridad, Educación, Servicios Penitenciarios y edificios de la Renfe. También están exentos los inmuebles destinados a usos religiosos como la Federación de Comunidades Religiosas Evangélicas, los templos budistas y comisiones islámicas. Están exentos los gobiernos extranj eros y sus embajadas. Está exenta l a Cruz Roja, l os colegios concertados y las entidades sin fines lucrativos.
Los partidos políticos y sindicatos no tienen que declarar lo ingresado por cuotas y subvenciones del Estado que, dicho sea de paso, ascienden a 29 mil millones de euros, según el BOE, 4 de agosto del 2010. Como suena.
Tampoco dan cuenta de las donaciones, rendimiento de sus actividades económicas o los rendimientos procedentes de su renta de patrimonio.
La crisis está generando una gran pobreza. Es cierto. Y como no hay dinero los ayuntamientos y diputaciones mandan a los pobres a Cáritas de la Iglesia católica. ¡Qué divertido!
Javier Sagastagoitia, Hernani
Unos cuantos datos, contrastables, y una brizna de humor irónico divertido son capaces de dejar en ridículo el engolamiento autosuficiente de quienes -al menos en este caso- pretenden organizar la vida en común de todos los ciudadanos, tomando como fundamento exclusivo la ceguera o la malicia de sus propias obsesiones ideológicas.
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