ARGUS - Wishbone Ash, 1972. Crítica del álbum. Review. Reseña.

Por Bluemonday @BlueMonday1971

Wishbone Ash inició su carrera con una fuerte influencia blues, pero su inclinación por el folk británico y por el jazz les otorgó ese toque distintivo que no todas las bandas que hicieron rock en los setenta poseyeron. "Wishbone Ash" en 1970 y el genial "Pilgrimage" de 1971 tuvieron retazos del talento de la banda hasta que en "Argus" los británicos construyeron su álbum conceptual progresivo, en cierto modo, algo que no debió resultar demasiado difícil a unos tipos acostumbrados a cambiar de géneros y estilo en cada esfuerzo de estudio. Melodías y armonías infecciosas y maestría musical impecable que alcanzaron la plenitud con la publicación en Abril de 1972 de su tercer álbum de estudio.
Una mezcla de géneros y estilos en las que fue fundamental el majestusoso trabajo de guitarras gemelas de Wishbone Ash, sin duda alguna de las mejores de la gloriosa década de los 70. Bajo poderoso convertido a veces en tercera guitarra y batería sútil y dinámica al mismo tiempo bastaron para convertir "Argus" en una de las obras maestras escondidas de su tiempo. Una extraordinaria instrumentación mezclada de un modo soberbio con la composición de los temas, con los propios temas y con todos aquellos elementos que hicieron de Wishbone Ash una gran banda de rock.

Aunque las letras nunca fueron el punto fuerte de Wishbone Ash, es digno de admiración el esfuerzo que realiza la banda en "Argus", tratando temas densos como la guerra y su conmemoración sin caer en los tópicos. Inteligente rock británico de alto octanaje que permite a las composiciones evocar estados de ánimo y sentimientos complementándose entre ellas a la perfección.
Andy Powell y Ted Turner, los guitarristas de Wishbone Ash, uno de los mejores duos de guitara de la historia del rock, tenían cualidades únicas que les convirtieron en músicos fáciles de identificar, pero eran capaces de interactuar juntos de un modo tal que era complicado identificarlos en la misma composición. Además de la habilidad de sus dos guitarristas la banda contó con la del bajista Martin Turner, uno de esos músicos malditos, en ocasiones sonando como si de una tercera guitarra se tratase, y con el virtuosismo casi jazzístico del baterista Steve Upton, un tipo capaz de marcar el ritmo en cualquier género o estilo. Martin Turner se encargó además de la mayor parte de las interpretaciones vocales con la ayuda de Powell y Ted Turner en las armonías. 

"Time Was" abre "Argus con su sorprendente intro acústica de celestiales armonías vocales hasta convertirse en un poderoso trallazo de rock con un increíble trabajo de guitarra. Después "Sometime World", de nuevo con un comienzo lento y pacífico, casi como una nana, hasta que de nuevo se convierte en rock lleno de energía.Contiene algunos de los solos de guitarra más escalofriantes de comienzos de los 70 y una lección magistral de bajo de Martin Turner.
"Blowin' Free" es tal vez el himno que dejaron Wishbone Ash para la posteridad. Impresionantes armonías vocales que conducen a uno de los solos de blues más impresionantes de su década a cargo de Andy Powell. A continuación "The King Will Come", un tema versado en la segunda llegada de Cristo, con un fabuloso riff de guitarra y un solo estratosférico de un Ted Turner convertido en maestro del wah wah.

"Leaf and Stream" muestra el lado más folk rock de la banda, una preciosa e increible balada de voces celestiales, "Warrior" ofrece un tremendo riff de apertura y un estribillo absolutamente estremecedor y "Throw Down the Sword" acaba el álbum de manera explosiva con una música y unas melodías absolutamente inquietantes al tiempo que la pareja de guitarristas demuestra su grandeza, con un duelo final realmente apabullante respaldado por el órgano de John Tout de Renaissance.
Discos como este "Argus" de Wishbone Ash influyeron notablemente en bandas de gran importancia, pero la propia banda jamás tuvo la repercusión que realmente merecían. Debe tenerse en cuenta que algunas revistas musicales británicas de la época votaron "Argus" como el mejor disco de 1972, algo que dado el material que se publicó aquel año habla bien a las claras de ante que artefacto nos encontramos.

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