Algo similar a lo que sucede con la música, el Copyright y la cultura de compartir es lo que se avecina en el mundo de las impresoras 3D, ya que al parecer, dos paradigmas enfrentados se esfuerzan por demostrar que tienen la razón.
En este caso, los que consideran que tienen la libertad de imprimir lo que quieran, e imprimen armas para provocar o generar polémica (o simplemente porque consideran tener la libertad de imprimir cualquier tipo de objetos), y por otra parte, las empresas que ven en el horizonte, una guerra por patentes y derechos de propiedad de piezas y productos. ¿Quién ganará? De momento, poco se sabe sobre el accionar de las empresas, ya que quienes más hostigan a estos desarrolladores suelen ser los organismos del estado, más allá de que cada vez que pueden repudian este tipo de noticias y lo encasillan dentro del temible marco de “personas que atentan contra la paz y estabilidad”, en el caso de Estados Unidos. Pero ningún avance tecnológico fue posible sin la provocación, así que este quizás sea el camino adecuado para lograr un salto de calidad en uno de los más interesantes logros de comienzos de siglo, el de las impresiones 3D masivas. Fuente: $25 Gun created with cheap 3D printer fires nine shots (Forbes)