El origen de la aromaterapia se remonta al período prehistórico, en los países del antiguo Egipto, el Lejano Oriente y China. El concepto tiene como objetivo el tratamiento integral del cuerpo humano mediante el uso de los aceites esenciales inmensamente útiles obtenidos de diversas hierbas y plantas.
Los aceites esenciales normalmente se obtienen de las diversas partes de plantas específicas extraídas por destilación y aplicadas junto con diluyentes como aceite de almendras, aceite de coco, etc. El contenido de aceite en estas plantas es tan bajo que se necesitan grandes cantidades de partes de plantas para producir más pequeñas cantidades de aceite esencial, por citar un ejemplo, se requieren alrededor de 440 estanques de flores frescas de lavanda para producir un litro escaso de aceite esencial de lavanda. Eso hace que este producto sea muy caro.
El uso de estos aceites esenciales es parte del estilo de vida y se encarga de la salud y el bienestar de toda la familia. Desde entonces, estos aceites se han vuelto muy populares en varias partes del mundo. Aunque las plantas aromáticas utilizadas para producir estos aceites esenciales se conocían y se utilizaban desde tiempos inmemoriales, el término “aromaterapia” es de origen reciente, para ser precisos solo desde principios de los años 90. Examinemos el uso de estas plantas como aroma para alterar el estado de ánimo, la atmósfera general en el entorno y para tener un sentimiento de bondad.
Es un hecho que no solo los aromas naturales sirven para el propósito anterior, sino también los artificiales. Sin embargo, la mínima diferencia radica en la fragancia más natural de esta naturaleza, aceites empaquetados que cuando se usan nos dan una sensación maravillosa.
Los cuentos de hadas detrás de la aromaterapia, como la afirmación de su poder para curar el cáncer o la depresión, están llenos de misterio. No se ha realizado ningún estudio certificado o científico sobre estas altas afirmaciones que se supone que poseen las plantas. Incluso los expertos en salud natural lo tratan solo como una terapia complementaria. La aromaterapia pertenece a ramas de medicamentos o sistemas convencionales que no están sujetos a ningún estudio o investigación seria que conduzca a una estandarización o certificación. Esta rama de la ciencia de las hierbas se puede utilizar en diversas aplicaciones, como para realzar la belleza de la piel y el cabello, y también en su influencia en los estados de ánimo y sentimientos conocidos como aromacología. En tercer lugar, se dice que sus propiedades medicinales curan o previenen dolencias. Sin embargo, se dice que el mejor uso de la terapia es su beneficio saludable para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Entre la divinidad fantaseada atribuida a esta ciencia de las hierbas y el absoluto descuido de este concepto como una cultura tradicional magnificada, se encuentra la verdad real de esta ciencia antigua revivida que puede usarse de manera efectiva para obtener lo mejor de las plantas a base de hierbas, hasta ahora descuidadas por la sociedad civilizada.