La tecnología moderna y sobre todo la voluntad de completar los conocimientos sobre el mundo antiguo de manera científica han permitido el desarrollo de muchas escuelas arqueológicas. La labor de un arqueólogo la mayoría de las ocasiones consiste en trabajos rápidos, de urgencia por alguna obra, que no permiten en la mayoría de sus casos la conservación y puesta en valor del material aparecido. Eso es un gran problema, pero la arqueología no es la ciencia de encontrar objetos antiguos, no tiene sentido acumular ánforas hasta el infinito si no aportan datos interesantes para la mejor comprensión del yacimiento, por mucho valor pecuinario que tengan, la arqueología es la ciencia que utiliza esos objetos para reconstruir el modo de vida de aquellos que poblaron su yacimiento.
En el medio terrestre las posibilidades son inmensas y la especulación llega en muchos casos a desatar falsas hipótesis, pero lo cierto es que desde la instauración del método científico en la arqueología moderna, los resultados y su precisión han mejorado de manera sustancial. Es ese desarrollo el que precisamente ha permitido que se de el salto al estudio de la presencia del hombre en el medio submarino. Y la pregunta pasa a ser:
¿ Que relación tenía el mundo antiguo con el agua?
Como siempre la respuesta contraría la lógica. Pese a que realizar una inmersión requiere de una importante cantidad de maquinaria y equipo, y que el buceo actual está claramente marcado por la invención del regulador Cousteau-Gagnan, que permitió deshacerse de las escafandras, el hombre tenía una arraigada tradición submarina.
Son los textos clásicos como la Iliada o la Odisea lo mencionan, cuentan que había hombres que eran especialistas en la inmersión, ocupados de recuperar objetos del fondo o de sabotear embarcaciones enemigas. Existen numerosos casos de la intervención de estos buzos. en Roma eran conocidos como los urinatores. Eran especialistas, estaban colegiados y asociados entre si, un grupo selecto en el que no podía entrar cualquiera, había que ganárselo y ser de extrema confianza.
El abanico de trabajos que podían llegar a desempeñar era muy amplio. Desde la simple recuperación de objetos caídos de las naves en los puertos así como la inspección de desperfectos en los cascos de las naves, hasta la recuperación de la carga de pecios. Ésta última labor llegó incluso a tipificarse en las leyes de Rhodia, según lo cual el buzo que recuperaba una carga a 15 metros de profundidad se quedaba un tercio de la mercancía, el que lo hacía a 27 metros se quedaba la mitad. Eran pues un gremio respetable e influyente, y sobre todo necesario. No eran necesarias grandes tormentas para que los barcos zozobrasen, los naufragios cerca de costa eran una realidad y eran estos hombres los que se encargaban de salvarla.
El mismísimo emperador de Roma, Tito, los utilizó cuando el aterrado rey Perseo tiró los tesoros de la ciudad de Pella para impedir su tima por las legiones rampantes de Roma. Recuperaron del fondo del mar todos los tesoros, que se hubieran perdido de otra manera.
¿Como conseguían estos hombres llegar a esas profundidades y realizar trabajos continuados?
Parece ser, según se destila de Tito Livio, que se llenaban la boca de aceite para liberarlo poco a poco y conseguir tener una visión más o menos clara del fondo. Para llegar al fondo se han encontrado piedras de diferentes tamaños y pesos con medidas, que se utilizarían posiblemente para lastrar a los hombres hacia el fondo marino, después se utilizaba la cuerda para atar los objetos y subirlos a la embarcación por ella, de tal manera que el buzo no tenía que cargar con ellas, prolongando su capacidad de inmersión.
Sin embargo a la caída de Roma la profesión se perdió.
Después muchos siglos después en el Renacimiento la búsqueda de obras de arte clásicas impulsó la necesidad de fondear los naufragios que habían sido constatados en los textos. Es así como León Batista Albertti intentó recuperar las naves hundidas del lago Nemi. Utilizó extraños artilugios, pero el buzo de élite de la antigüedad, para entonces, había desaparecido...Mucho más en... http://selvadelolvido.blogspot.com/