Su nombre es Carlos y como no podía ser de otra forma, Ángel. Aunque todos le conocían por Roa, como buen argentino también tenía su apodo, ‘El Lechuga’ le llamaban por la estricta dieta vegetariana que llevaba. Era un porterazo, sin discusión. Meta de envergadura, rondaba el 1’90 de altura, sobrio, muy seguro y sin alardes.
Llegó a España de la mano de Héctor Cúper, a Mallorca. Aterrizó en