Trabajar con materiales que parecían solo válidos para el contenedor de reciclaje es toda una revelación. Crear con ellos algo bello, útil, único… no tiene precio. L@s pequeñ@s que han participado en nuestros talleres de arquitectura sostenible en kalakas han trabajado codo a codo con las monitoras para plasmar sus ideas en edificios llenos de originalidad y, nos enorgullece decirlo, utilidad para sus juegos en casa. Han salido de las sesiones con casas bajo el brazo, encima de la cabeza o con la ayuda de papás, tías o abuelos que decidieron regalarles una experiencia inolvidable.
L@s pequeñ@s-grandes arquitect@s han demostrado ser muy capaces a la hora de construir estructuras estables y con detalles arquitectónicos realmente plausibles. Han puesto en práctica conocimientos que sabemos son clave en su desarrollo: resolver problemas, usar materiales siguiendo las pautas recibidas, pedir ayuda con elementos de mayor dificultad.
Las monitoras se han comunicado con los pequeños en inglés* animándoles a expandir su vocabulario en este idioma. L@s niñ@s, esos grandes aventureros y entusiastas, han sabido trabajar en un espacio donde todo es nuevo: compañeros, idioma, entorno.
Los grupos han sido divididos por edades para ofrecer talleres adecuados a los niveles de desarrollo de cada grupo. En grupos de 4 a 6 años hemos trabajado para desarrollar la motrocidad fina: cortando, dibujando texturas en pequeñas dimensiones y pegando pequeños elementos decorativos en las casas que iban tomando forma para la delicia de los pequeñ@s arquitect@s.
Nos sentimos privilegiad@s al poder dar a los peques un espacio donde crear sin sentirse coartados por el entorno, por una posible evaluación, por un juicio de valor. Nuestras monitoras facilitan este proceso entusiasmando a las niñas y niños en un trabajo donde damos una nueva vida a materiales desechados.
Una de nuestras apuestas es el uso de materiales innovadores a la hora de personalizar las construcciones. Somos unas verdaderas entusiastas del washi-tape. Es una cinta adhesiva decorada con colores, texturas, dibujos que procede de Japón. Este celo colorido nos ayuda a fijar elementos a la vez que decora e ilumina los detalles. Los pequeños han elegido usarlos para decorar fachadas, terminar esquinas, proteger tejados. Cada arquitect@ ha demostrado ser capaz de plasmar color y utilidad con tiras de este celo tan atractivo. Todos han aprendido la importancia de aplicar materiales adhesivos con cuidado y decisión para conseguir el efecto deseado.
Estas son algunas de las construcciones que han salido de nuestros talleres de la factoría de kalakas. ¿Qué os parece? ¿Os apuntáis a la revolución sostenible?
*en los talleres que se imparten en inglés