El Hotel Florida se encontraba en la Plaza de Callao, frente al Cine Callao, de Luís Gutiérrez Soto. Fue proyectado y construido por el arquitecto Antonio Palacios, secundado por los ingenieros Torán y Harguindey. El edificio, cuya fachada se recubrió de marmol blanco, tenía diez pisos y doscientas habitaciones lujósamente amuebladas y decoradas y se construyó de acuerdo a las exigencias de las modernas corrientes para edificios del género, no faltando detalle alguno en cuanto a comodidad y “confort”. En todas las habitaciones había baño privado, W.C., teléfono urbano e interurbano y calefacción central. Se inauguró el 1 de febrero de 1924 con la asistencia de conocidas personalidades del momento, autoridades y algunos diplomáticos y periodistas que recogieron la noticia de la apertura de tan soberbio edificio.
El Hotel Florida alojó a numerosos corresponsales extranjeros venidos a Madrid durante la Guerra Civil Española, desde cuyas dependencias redactaron y enviaron sus crónicas a los diferentes periódicos para los que trabajaban.
Entre los corresponsales que se alojaron en el Florida se encontraban “Mijaíl Koltsov, del Pravda; Geoffrey Cox, del News Chronicle; Henry Buckley, de The Daily Telegraph; el polaco Ksawery Pruszynski, de la revista Wiadomosci Lireackie y Herbert L. Matthews, de The New York Times, O. D. Gallagher, enviado del Daily Express“. También se alojarían en él el escritor Ernest Hemingway y Martha Gelhorn, corresponsal de la revista Collier’s. (Wikipedia)
John Dos Passos pasó también por el Florida y en su crónica para la revista Esquire “Habitación y baño en el Hotel Florida“, publicado en enero de 1938, describe la situación de guerra que se vivía en aquel momento: “Mi cuarto está en el séptimo u octavo piso. El hotel está en una colina. Desde la ventana puedo ver toda la parte antigua de Madrid por encima de los tejados que se apiñan cubiertos de tejas del color del hollín manchadas de amarillo claro y rojo, bajo el azul metálico que brilla antes del amanecer. Esta ciudad compacta se extiende a lo lejos hasta donde alcanza la vista, con sus calles estrechas, chimeneas sin humo, torres con cúpulas brillantes y afilados chapiteles de pizarra propios de la Castilla del siglo XVII.”
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El hotel, fue testigo de los bombardeos en el asedio a la ciudad y su fachada recibió numerosos impactos de la artillería que intentaba entrar en Madrid. John Dos Passos describía así el ambiente en su crónica de 1938 para Esquire: “Por todas partes se abren de repente las puertas de los balcones que rodean la fuente cristalina. Hombres y mujeres a medio vestir huyen precipitadamente de las habitaciones del frente, arrastrando maletas y colchones hacia las habitaciones traseras. Un camarero con el cabello ondulado sale una y otra vez de varias puertas distintas, siempre rodeando con el brazo a diferentes chicas que ríen o lloriquean. Gran exhibición de peinados y lencería. Abajo, los corresponsales se mueven por allí adormilados”. (LEER MÁS)
Referencias.-
La Esfera (16 de febrero de 1924, número 528)
La Construcción Moderna (29 de febrero de 1924, número 4, pág. 4)
La Voz (1 de febrero de 1924)
Florida, el hotel de la Guerra Civil (ABC, 2010)
Esquire ( Room and Bath at the Hotel Florida, John Dos Passos., 1938)
Colier’s (Only the Shells Whine, Martha Gellhorn, 17-7-1937)