Esta cumbre de la "renovación" es la menos poblada de líderes de la historia y también la única que hasta el momento no cuenta con ningún mandatario de izquierdas ni con el monarca español, enfermo..
Han fallado a la cita de Panamá, entre otros, los presidentes de Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú y Chile. Una cumbre iberoamericana sin la presencia de países de tanto peso específico como Brasil, Argentina, Perú y Chile es un fracaso indisimulable.
España, representada por Mariano Rajoy y por el príncipe Felipe, exhibe en Panamá, sin disimulos ni atenuantes, su bajo perfil político y diplomático y su enorme pérdida de poder y prestigio en el mundo.
El fracaso de la cita anual con los países "hermanos" de América Latina y Portugal era hasta hoy la iniciativa mas original e importante de la política exterior española, gracias a la cual España exhibía ante el mundo su condición de líder de los pueblos latinoamericanos y su facilidad como puerta de acceso a los mercados latinoamericanos, rasgos que hoy ha perdido por culpa de la baja calidad de la clase política española, que no cesa de cosechar fracasos y derrotas, dentro y fuera de España.