"Esther" es el primer oratorio escrito por Haendel utilizando como idioma el inglés y es también el primero en el que los coros adquieren un papel destacado. Es también la primera grabación de un oratorio de Haendel que me compré.
Su obertura es una auténtica obra maestra: Tiene un conjunto de arias bellísimas, algunos ejemplos: - "Tune your haps to cheerful strains" para tenor (Primer israelita) con las cuerdas en pizzicato, acompañamiento de oboe y una melodía deliciosa: - "Praise the Lord with cheerful straims" para soprano (Mujer israelita) con la intervención del arpa: - El aria de Ahasuerus "O beauteous Queen": También contiene un delicioso dúo entre Esther y Ahasuerus: "Who calls my parting soul from death?... Awake, my soul, my life, my breath!": Sus coros son excelentes, como por ejemplo el enérgico "He comes, he comes to end our woes" precedido del arioso para contratenor "Jehovah, crown'd with glory bright". Impresionante ¿verdad?Y esto no han sido más que algunos ejemplos.La versión utilizada es la dirigida a mediados de los años ochenta por Christopher Hogwood para Decca-L'oisseau lyre con Kwella, Rolfe Johnson, Kirkby, Elliott, Minter, Partridge, Thomas, King, Coros de la catedral de Westminster y la Academy of Ancient Music.
Cada cierto tiempo, que nunca me he parado a medir, sufro de unos arrebatos musicales barrocos, no sé a qué es debido, si es producto de una saturación de música vocal decimonónica, de un esceso de sinfonismo o, si por el contrario, es una cuestión estacional. De pronto, siento un irrefrenable deseo de escuchar música del XVIII, sobre todo de Haendel, pero también del Bach orquestal, Vivaldi, A. Scarlatti y Telemann, recuerdo que hace unos años no había manera de salir de las cantatas de Bach, me produjo tanta hartura que todavía sufro las consecuencias, escucho una cantata de Bach de uvas a peras. Siento si estos días soy algo monotemático pero las cosas están viniendo así, es algo que no quiero evitar, es que no tengo por qué hacerlo. Entre los oratorios de Haendel mi preferido es "La Resurrezione", casi parece pertenecer a un género distinto al de los oratorios ingleses que lo hicieron tan famoso, la principal diferencia entre los oratorios italianos y los ingleses está en los coros, en los italianos el coro está compuesto por los propios solistas y tiene escasas intervenciones, en los ingleses sí encontramos un coro propiamente dicho y sus intervenciones son numerosas.Entre los oratorios que compuso Haendel para el público londinense, mi preferido, no sólo desde el punto de vista musical sino también afectivo, es "Esther". De hecho me ha extrañado mucho no encontrar entre las aproximadamente 700 entradas que he escrito en el blog, una dedicada a este magnífico oratorio. De "Esther" no conozco más versión que la de Hogwood y os digo que si alguna vez cambiara de grabación tendría la sensación de estar poniendo los cuernos, no a Hogwood ni a los intérpretes, sino a esa cajita blanca de L'oisseau lyre que tan buenos momentos me hizo pasar, es como el afecto que se tiene por ese viejo perro que nos ha acompañado en el hogar durante tantos años y que hoy ni nos ve, ni nos oye, ni nos huele ni casi nos conoce. Aunque quién sabe, no soy de los que se suelen cerrar en banda con las versiones.