Entre el juego de colocarlos y lijar los bordes para que no corten me pasé unas cuantas horas mientras los perros esperaban a salir de paseo.
Incluso dio tiempo a una granizada de verano y a hacer fotos de los granizos.
Y por supuesto dio tiempo a terminar el mueble, rellenado entre los espejos con pasta, a ponerle en su sitio para la foto e irnos de paseo a hacer unos cuantos "pises" con los chuchos tras la que cayó.
Feliz verano.