Tomado de EL CONFIDENCIAL
Ciudadanos ganó las elecciones en Cataluña en votos y escaños. El partido de centro logró así una victoria histórica que tiene para él un valor simbólico absoluto: la formación nacía en Cataluña hace 11 años para luchar contra el nacionalismo y, ahora, en estas elecciones autonómicas de 2017, es la fuerza política más votada. En concreto, la formación de Inés Arrimadas y Albert Rivera supera el 25% del voto con el 99,8% escrutado, rebasa el millón de apoyos y obtiene 37 diputados, 12 más que en los pasados comicios. Es con diferencia la formación más votada en la circunscripción de Barcelona (más del 26% del voto y 24 diputados) y experimenta una importantísima subida en Girona, provincia con mayor respaldo independentista, quedando tercera fuerza (por detrás de Junts per Catalunya y Esquerra) pero igualando en escaños al partido de Oriol Junqueras. Ambos se hacen con cuatro diputados y Arrimadas gana dos con respecto a 2015.
En el caso de Tarragona, Ciudadanos también se hace con la primera plaza(27,3% del voto) y araña dos escaños más hasta lograr seis, uno más que ERC. En el caso de Lleida, los centristas ganaron un diputado autonómico más, sumando tres en total, y siguen siendo la tercera fuerza por detrás de los dos grandes partidos independentistas, aunque en la ciudad —como en los principales núcleos urbanos de toda la comunidad autónoma— sí fue el partido más votado.
La candidata naranja se corona este 21-D como la gran ganadora de la cita con las urnas al lograr capitalizar la mayor parte del voto útil del constitucionalismo, como demuestra el batacazo sin precedentes del PP de Xavier García Albiol (apenas se anota tres escaños desde los 11 que obtuvo en 2015) y el raquítico aumento de los socialistas de Miquel Iceta, que suman un diputado con respecto a hace dos años. Se trata de una victoria sin discusión… Pero con sabor agridulce, porque el independentismo revalida su mayoría absoluta con la suma de votos entre el partido de Puigdemont (que es la primera fuerza secesionista, pese a la huida del ‘expresident’), el de Junqueras y la CUP. En concreto, estos tres partidos se hacen con 70 escaños (la mayoría se establece en 68), mientras que los constitucionalistas se quedan muy lejos de la mayoría, con 57. El partido de En Comú-Podem (coalición de los comunes de Ada Colau y el partido de Pablo Iglesias representado por Xavi Domènech) saca ocho diputados y ni siquiera es la llave del futuro Govern como adelantaban todas las encuestas.
Cuando el escrutinio superaba el 60% del voto y la victoria de los centristas estaba clara, dirigentes de la formación no podían esconder su entusiasmo. Lamentaban la suma independentista, pero insistían en la importancia del éxito cosechado. Al filo de las 11 y media de la noche, Arrimadas comparecía a las puertas del Hotel Catalonia Plaza —convertido en cuartel general naranja en la noche electoral— junto a la plana mayor del partido en Cataluña y acompañada por el presidente de la formación, Albert Rivera. “Por primera vez ha ganado las elecciones un partido constitucionalista”, afirmó la ganadora. “Un millón cien mil personas han cogido la papeleta naranja”, insistía. La dirigente centrista recordó que durante 11 años advirtieron “de muchas de las cosas que están pasando hoy” y celebró que “tantos catalanes hayan confiado en Ciudadanos”. Cientos de personas se agolparon para escucharla al grito de “presidenta” y “yo soy español, español, español”.
Igual que el secretario general del partido, José Manuel Villegas, que valoró los históricos datos de participación antes incluso de conocerse el dato definitivo (81,95%), Arrimadas recordó la imparable trayectoria de la formación en el Parlament. “Empezamos con tres diputados, luego nueve. Nos dijeron que íbamos a desaparecer. Siempre nos dijeron que era imposible. Hace dos años tuvimos 25 y hoy, 37″. Rivera tomó la palabra para señalar a Arrimadas como “la persona que debería ser la presidenta de la Generalitat”, a sabiendas de que eso no ocurrirá porque los partidos secesionistas logran una mayoría parlamentaria suficiente capitaneada por Puigdemont.
Aun así, Arrimadas reivindicó que a partir de este jueves “ha quedado más claro que la mayoría social de los catalanes está a favor de la unión”, y aseguró que los independentistas “nunca más podrán hablar en nombre de Cataluña”. “Hoy hemos apostado por la unión de todos los catalanes, hemos votado para unir, a favor de la convivencia, del sentido común y de una Cataluña para todos”, aseveró aclamada por los simpatizantes que ondeaban banderas catalanas y españolas. Una victoria que, a ojos de Ciudadanos, “hace más visible que Cataluña es plural” y que ha lanzado un “mensaje” a España y al mundo de que “la mayoría social se siente catalana, española y europea, y lo va a seguir siendo”.
Aglutina el voto útil del constitucionalismo
En Ciudadanos no esconden la “sorpresa” ante los malísimos resultados del PP y la escasísima subida de Iceta. En el primer caso es la formación dirigida por Arrimadas la que arrambló con prácticamente la totalidad de los apoyos de los populares (pasan de 11 a tres escaños con apenas 184.000 votos y compartirán grupo parlamentario con los antisistema de la CUP). Lo mismo ocurrió con el PSC, que apenas logró subir un escaño con respecto a la convocatoria de hace dos años, y que ha vuelto a ver cómo el tradicional cinturón rojo de la ciudad condal se consolida como naranja de nuevo, perdiendo incluso los grandes bastiones socialistas como L’Hospitalet y Cornellà, donde los socialistas se dejan casi 11 y nueve puntos porcentuales respectivamente).