Arrimar el ascua a su sardina

Publicado el 18 agosto 2015 por Monpalentina @FFroi

Lo primero, lo de uno. || Nadie tira piedras a su tejado.
No se puede generalizar en nada, pero mayormente, cada quien barre para su casa. Y cuando no lo hace y alguien lo ve, que siempre hay alguien que se asoma sin querer, que andaba casualmente por allí, pues se lo cuenta a los demás como una falta. Pocos entienden a esa gente humanitaria que en todo pone el alma sin pedir nada a cambio, quitándose comida de su plato, que hay mucha gente desprendida por el mundo y eso parece que a nadie le provoca una emoción.
Naturalmente el dicho tiene que ver con las sardinas que antaño daban a los trabajadores de los cortijos para que las asaran en la candela, es decir, en la lumbre de los caseríos.
Hasta que alguno cogía ascuas para arrimarlas a su sardina y se apagaba la candela, por lo que para evitar altercados se prohibió el uso de ese pescado.
José Gella e Iturriaga, en el "Refranero del mar", explica las dos variantes de este popular dicho:
-"Cada uno lleva la brasa a su sardina" y
-"Cada uno, huelga llevar a la brasa a su sardina puesta a asar“.
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José Gella e Iturriaga, (Zaragoza, marzo, 1907). Escritor aragonés. En su ciudad natal cursó Bachiller, Filosofía y Letras y Derecho, terminando Filosofía y doctorado en Derecho en Madrid. También estudió Magisterio. Ingresó en la Marina (1928), llegando a general inspector de Intervención de la Armada. Presidente de la Asociación de Etnología y Folclore, socio de honor de la Cervantina, académico de la Historia, su discurso de ingreso en ésta, La Real Armada de 1808, lo leyó en 1974.

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