Ya sé, ya sé: nos pasamos de calorías, pero ¡qué ricas están!.
Las costillas están buenas como sea: en la barbacoa, con patatas, con arroz, con tomate, en salsa como las chuletas...
Me gusta cuando se separan del palo, señal de que están tiernas, pero si alguna no lo suelta no importa, yo le hinco el diente mientras me río al mirar a mi marido con cuchillo y tenedor peleándose con la costilla... la batalla la he ganado yo: mi hijo le echa los dedos y los dientes... pero siempre hay un ¡ay!: la niña no las quiere porque es carne (¡sin comentarios!) y se come el arroz solo y algún trocito de carne, sin hueso ¡faltaría más!, para cubrir el expediente... ¡ella se lo pierde!.
A pesar de lo buenas que están las pongo muy de tarde en tarde, ya sabéis: no se puede abusar.
ARROZ CON COSTILLAS
Ingredientes:
- Medio kilo de costillas de cerdo (o el kilo entero y así tenemos para 2 veces)
- arroz (unos 300 gr)
- 1 cebolla
- 3 o 4 dientes de ajo
- 1 tomate
- 1 pimiento rojo y/o verde
- 2 hojas de laurel
- perejil
- sal
- cúrcuma (o azafrán)
- vino blanco
- caldo o agua
- aceite de oliva
Preparación:
Yo esta vez compré una costilla entera y la preparé toda para sacar la base para otro día.
Ponemos el aceite a calentar en una cacerola. Agregamos el ajo y el laurel y le damos unas vueltas.
Le añadimos la cebolla y cuando esté pochada ponemos en la cacerola el pimiento, el tomate y el perejil. Como se puede ver yo no tenía ningún tomate maduro, así que como cada vez que me sobra tomate triturado de lata (o si trituro tomates maduros que están de oferta) lo congelo en estos recipientes que son el equivalente a un tomate hermoso, pues tiré de congelador.
Cuando esté hecho el sofrito agregamos las costillas ya cortadas, claro, y las doramos.
Una vez que pierdan el "color de carne cruda", ponemos el vino blanco. Yo lo hago a ojo, pero podéis poner medio vaso.
Después de que se evapore el vino tapamos la olla y lo ponemos a fuego lento hasta que se pongan tiernas, removiendo de vez en cuando y añadiendo un poco de agua o caldo si fuera necesario. Dependerá del tamaño de las piezas y de la calidad de la carne.
Este es el momento en el que yo separo las raciones: una para el día, y otra para congelar y tener preparada para un día que no tengamos tiempo... y de paso ahorramos energía (y "enguarramiento" de cocina).
Ponemos el arroz y lo rehogamos un poco.
Agregamos el caldo (o agua) que nos haga falta, la cúrcuma y la sal; y dejamos que cueza hasta que el arroz esté en su punto.
Rectificamos de sal si hiciera falta, y le ponemos pimienta blanca molida si nos gusta. Dejamos reposar cinco minutos y servimos.
¡¡¡Buen provecho!!!