Estaba antojada de arroz con leche, sí. Desde aquel día que llovió todo lo que no llovió durante todo el año, el ambiente se está preparando, por fin, al otoño. Y es que por el sur de Tenerife poco llueve, eso es verdad y aquel domingo, mientras escuchaba un podcast en mi móvil con cascos mi marido me dice, "¿Estás escuchando los truenos?" Rápido me quité los cascos y quedé fascinada con el sonido de los truenos. Ese día inició, para mi, el otoño en Canarias, que bien saben muchos, esto viene siendo como una primavera soleada en Madrid. Yo no como el arroz con leche de manera tradicional sino me encanta engordarlo. ¿Cómo?. Ya te diré cómo.
Ingredientes:
- Un vaso grande lleno arroz, preferiblemente grano corto.
- Una lata de leche condensada.
- 250 Gramos de coco rallado.
- Cuatro vasos grandes de leche entera.
- Dos cucharadas de azúcar.
Antes debo comentar una trampita, o mejor dicho, un truco que tengo con el arroz con leche. Como no tenía arroz de grano corto sino de grano largo, primero lo cocí en una cazuela junto a un vaso de agua y dos cucharadas de azúcar hasta absorber el agua. Así está más tierno cuando le añado la leche, que ese es el siguiente paso; añadir primero dos vasos de leche y mezclar constantemente. Cuando haya absorbido los dos vasos de leche, añade los otros dos vasos de leche y los 250 gramos de coco rallado. A mi me gusta con mucha leche y no seco, pero eso queda a gusto de cada uno. Después de unos quince o veinte minutos, prueba si los granos están tiernos y apaga el fuego. Vierte el contenido de una lata de leche condensada y sirve con un poco de canela molida. Que puedo decir, me encanta de esta manera. Se que tradicionalmente debería añadir a la leche la piel de un limón y un palito de canela...¡Pero de esta manera está tan rico!. ¡Que aprovechen!.