Un truquito para la mermelada, es añadir un gajo de manzana a la preparación, pues ayudará a espesar el contenido por el alto contenido de pectina. Por si no lo sabéis, toda la fruta contiene este compuesto, pero la manzana y el membrillo los que más, así que añadir un gajo de dicha fruta cuando preparéis vuestra mermelada, conseguiréis el punto necesario e ideal. Probarlo y me contáis!!
Ingredientes:
Para la mermelada de fresas:
1 kg. de fresas, limpias, sin el tallo y cortadas en trozos
500 grs. de azúcar blanco
1 gajo de manzana (opcional)
Para el arroz con leche:
250 grs. de arroz de grano redondo
1 litro de leche y un poco más (para añadir al final)
1 palito de canela
2 cuch. de azúcar blanco
La piel de 1/2 limón
1 cuch. grande de mantequilla
Elaboración:
Comenzamos preparando la mermelada de fresas, colocando una cazuela o sartén grande a fuego bajo, donde echaremos las fresas junto con el azúcar. Remover bien, o incluso aplastamos ligeramente con el revés de una cuchara de palo para que la fruta vaya soltando su jugo y se mezcle con el azúcar (en este punto es cuando se añade el trocito de manzana, pues ayudará a que la mermelada espese mucho mejor; ya sabéis por la pectina). Se deja cocinar unos 25 min. aprox., hasta ver que la mermelada comience a espesar, momento el cual sabremos que estará lista. Así que se retira del fuego y reservamos a un lado para que temple.
Ahora en un cazo con agua hirviendo, cocemos el arroz 10 minutos, seguidamente escurrir y enfriar con agua fría para cortar la cocción y refrescar los granos.
Mientras tanto, en una cazuela grande calentar la leche con el azúcar, la canela y la piel de limón hasta que rompa a hervir. Agregamos el arroz y cocinaremos unos 20 minutos, removiendo suavemente de vez en cuando. Justo cuando el tiempo haya pasado, retirar del fuego e incorporar la cucharada de mantequilla, remover de nuevo hasta incorporar y dejamos que repose con la cazuela tapada. No os preocupéis si cuando haya finalizado el tiempo de cocción del arroz, este queda muy caldoso, no hay problema pues los granos seguirán absorbiendo la leche, quedando al final suave y meloso.
Ya solo queda servir en vasitos, cuencos, tazas... etc y acompañarlo con una buena cucharada o dos, de mermelada templada de fresas. Delicioso!
Notas: Agradecimiento especial a mi Hadita por ayudarme a sujetar la cucharilla, mientras hacía las fotos!