¡Buenas a todos!
Ahora sí que sí. Por fin es viernes… Y es que a mí la semana se me hizo un poco larga, o eso me ha parecido, teniendo en cuenta la cantidad de libros que he leído. No voy a desvelar nada, pero este fin ha sido mi record absoluto y por eso está pasando una cosa muy curiosa: estoy escribiendo en tiempo real.
Vamos, que la entrada no está programada del día anterior, sino que la escribo sobre la marcha porque ayer no había decidido nada. Pocas veces me pasa, que termine libros y me decida que otro coger luego. Claro que este no lo había contado, y justo al levantarme me di cuenta de que no había participado en ningún BBF desde que lo empecé. Aunque también me di cuenta de que lo había empezado el sábado pasado, así que es lógico que no os hubiera hablado de él todavía.
Arroz de Palma pertenece a una lectura conjunta para la que tengo que publicar a mediados de este mes. No es un libro muy grueso, no llega a las 400 páginas, pero tiene un estilo muy especial. Os enseño las primeras líneas:
Yo aquí en la hacienda. Yo aquí en la cocina, cuatro y poco de la mañana. Isabel aun duerme, el sol se retrasa. Yo aquí, un viejo de ochenta y ocho años. Para los más jóvenes, el Abuelo Eterno, el que no tuvo comienzo ni tendrá fin, el que vino al mundo con esta cara arrugada. Yo aquí, con delantal blanco, picando hierbas aromáticas. Preparo la comida familiar. ¿Tendré fuerza? 88: dos infinitos verticales. Es una buena edad, será una hermosa fiesta.
Y el párrafo se extiende (sin punto y final) durante esa página, y las dos siguientes. Creo que esto explica en cierta manera porque aun voy por la página 62, en lugar de haberlo devorado como suelo hacer con casi cualquier libro. Este es para leerlo despacio…
Le daré un empujón este fin de semana, a ver si consigo terminarlo y publicar la reseña a tiempo. Y vosotros ¿Qué vais a leer este fin de semana?