Cuesta empezar a escribir sobre lo que sucedió hoy en el Emirates Stadium. Cuesta porque hay muchas aristas, muchas puntas de las cuales se puede partir. En principio, habrá que agradecer por el partido vibrante que nos han hecho vivir Arsenal y Milan.
Los de Wenger quedaron a tan solo un gol de alcanzar algo que nunca ningún equipo en la historia de la Champions League ha podido: remontar una serie que estaba 4 a 0. La vuelta de la serie de octavos de final quedó 4 a 3 en el global, algo que muchos pensaban, pero pocos esperaban.
Como ilustración de este sentimiento, citemos a una gloria del conjunto londinense como es Patrick Vieira. El ex volante gunner escribió en la previa del choque en su cuenta de twitter:
Can Arsenal score 5 goals? Yes. Can they go 90 minutes without conceding any? I don't think so. Wish them all the best but it's a challenge
¿Puede el Arsenal meter 5 goles? Sí. ¿Puede no conceder un gol en 90 minutos? No creo. Les deseo toda la suerte, pero es un reto.
El potencial ofensivo con Van Persie a la cabeza era casi una garantía, más jugando en casa y con los antecedentes recientes en los que la suerte había virado a favor del conjunto inglés. Quedaba entonces delucidar la incógnita de la defensa, que había hecho agua en la ida.
Sagna, Vermaelen, Gibbs y Koscielny conformaron la línea de cuatro; y fue este último quien abrió camino a la ilusión con un gol a los 6 minutos. Qué mejor para tranquilizar las aguas y comenzar a jugar más tranquilos.
El Milan, por su parte, fue una sombra de lo mostrado tanto en la ida como en el último encuentro por la Serie A. Si bien se encontró rápidamente en desventaja, los de Massimo Allegri estuvieron muy nerviosos durante el PT y cometieron errores que fueron aprovechados por los locales. Así fue que llegó el segundo y tercer gol: mal rechazo de Thiago Silva primero, para la buena definición de Rosicky; y un penal infantil de Mesbah después que Van Persie convirtió.
Con el 3 a 0 al descanso, el 5% de chances de clasificar que había pronosticado Wenger en la semana ya se había incrementado, por lo menos, a un 45. Es que el primer tiempo fue casi ideal.
Sin embargo, el Arsenal no siguió siendo el equipo incisivo de los 45 minutos iniciales, tal vez por el desgaste físico, y lo pagó caro. También influyó que el equipo italiano salió con más determinación a buscar el gol tranquilizador. Igualmente, ambos tuvieron sus chances: Zlatan tuvo la suya tras un blopper del arquero Szczesny, que había rechazado mal; mientras que Van Persie se encontró cara a cara con Abbiati tras un rebote pero prefirió la sutileza al bombazo y el uno italiano respondió de manera sensacional.
Esta última ocasión sucedió al minuto 60 y fue, también, donde las esperanzas se disolvieron. El exceso de nervios trajo poca claridad en el juego y el marcador quedó como al principio del complemento.
Fue sin dudas un partido brillante y cargado de emociones. Los jugadores del Arsenal podrán estar orgullosos de si mismos por haber luchado hasta el final. Así lo sintió su entrenador, quien comentó en rueda de prensa: ”Los que estuvieron en el campo lo dieron todo y pueden estar orgullosos de jugar para este club”.
Clasificó el Milan, como era previsible, pero no de la manera en que se esperaba. Poco le importó eso a Allegri, que sacó pecho: ”somos parte de los ocho mejores equipos de Europa”.