A la espera de lo que haga hoy el Chelsea, líder de la liga inglesa, "citizens" y "gunners" se sitúan a dos y tres puntos, respectivamente, de la cabeza de la tabla.
Más preocupante les resultará a sus entrenadores, Manuel Pellegrini y Arsène Wenger, la falta de juego y ritmo demostrado por ambos conjuntos, que sacaron petróleo de las individualidades de hombres determinantes.
El técnico galo sorprendió de salida al dejar en el banquillo a los españoles Santi Cazorla y a Mikel Arteta para dar entrada en el centro del campo a Aaron Ramsey, recuperado de su lesión de tobillo, y a Mathieu Flamini.
Músculo para la medular en el debut con el Arsenal de Danny Welbeck, quien comenzó con muchas ganas después de su controvertida salida del Machester United, equipo, según Louis Van Gaal, para el que no era "suficientemente bueno".
Deseoso de tapar bocas, la primera ocasión clara (y casi única de los locales en la primera mitad), fue para el joven internacional inglés.
Un error de David Silva en la salida del balón de los visitantes lo aprovechó Welbeck para enfilar la meta defendida por Joe Hart, pero su vaselina se estrelló contra el poste.
El Arsenal siguió dominando, pero sin velocidad de circulación y sufriendo la imprecisión en el pase de alguno de sus hombres, como Sánchez, fallón en las jugadas a balón parado.
Así, a la media hora de juego se adelantó el City con una gran jugada iniciada en el centro del campo por Agüero, muy activo hoy desde su posición de único punta, ante la ausencia por lesión de Stevan Jovetic y la suplencia de Edin Dzeko.
El argentino robó en la medular la bola a Falmini y abrió a Jesús Navas, quien tras correr la banda centró al área para volver a conectar con un Agüero infalible de cara al gol.
Cuatro minutos después, los hombres de Pellegrini, que no contó hoy ni con Yaya Touré ni con Fernando en el centro del campo, volvieron a abrir como una lata la defensa local.
Pablo Zabaleta, Navas y Agüero triangularon en la banda para servir a Silva un balón en el área, pero su disparo fue rechazado con agilidad por el meta Wojciech Szczesny.
Ya en la segunda mitad, cuando más en control se sentían los visitantes, apareció a la hora de juego la clase de Wilshere, quien entró en el área rival como una exhalación para mandar hábilmente con un globo el balón al fondo de la mallas.
Nueve minutos después, el propio Wilshere volvió a aparecer en la frontal del área del City para cabecear una pelota al área.
Con la defensa en retirada buscando el fuera de juego, Sánchez, en posición correcta, no esperó a que el cuero tocase el césped y su imponente volea batió a Joe Hart.