Arsénico por compasión

Publicado el 22 noviembre 2010 por Serreina
De vez en cuando, tengo la necesidad de revisitar esta obra maestra de la comedia, y cada vez que la veo, me parece más divertida.
Un famoso crítico de teatro, llamado Mortimer (Cary Grant), se ha dado por vencido, y ha sucumbido a los brazos del matrimonio, cuando toda su vida a estado en contra de él. Antes de dirigirse a la luna de miel, decide pasar a visitar a sus adorables tías solteronas, y es donde descubre un gran secreto de ciertas practicas de estas adorables ancianas. Por supuesto, todo se complica, y se llena de personajes, a cual más interesante.
El protagonismo de la película, cae directamente sobre un impresionante Cary Grant, donde borda una de sus mejores y más divertidas interpretaciones. Pero todos los secundarios que lo rodean, también son ejemplos de buena actuación, y son un complemento ideal para que la película salga tan redonda como es.
Frank Capra, es el director de esta película, que aunque la rodó por encargo, y basada en una famosa obra de Broadway (de hecho, su estreno se vio retrasado tres años, porque las leyes de entonces, no permitían estrenar una película, mientras la obra teatral que se adaptaba, se estuviera representado), hace una obra maestra, y sentó precedente y escuela para las comedias que estaban por llegar, las cuales bajo mi punto de vista, aún no la han superado.
Rodada practicamente toda la cinta en el mismo escenario, no se hechan de menos , ninguna localización más, pues lo verdaderamente importante en la película, son los personajes, y como se desenvuelven dentro de esa casa.
Escenas impagables, como en la que describen las tías de Mortimer, como dan "descanso" a los viajeros, o las caras que pone Grant ante las diversas situaciones que se le van presentando. Y como no el imprescindible Peter Lorre, en un  papel antológico y desplegando todos sus ticks. O el impagable y adorable loco que se cree Roosvelt, y recorre la casa de vez en cuando al grito de!A la carga¡
 Una película imprescindible, y que por lo menos hay que ver una vez en la vida, y darte cuenta de como es una comedia bien hilvanada, y muy divertida. Que no te tire para atrás el hecho de que sea en blanco y negro, y de que haya pasado tanto tiempo (1944) desde su estreno, no te arrepentirás.