El 75 aniversario del RGCC cerraba sus celebraciones nada menos que trayendo a la capital de la Costa Verde la decimoquinta edición el premio de premios corales, llenando en dos sesiones el coliseo gijonés. Y es que además de la conocida trayectoria coral local y regional, tener cuatro coros premiados en los respectivos concursos del "circuito" para disputar la gran final en polifonía y folklore era razón más que suficiente para acudir a las dos sesiones.
Los otros dos coros participantes fueron VokalArs de Madrid con Nuria Fernández Herranz en la dirección, y la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria con Raúl Suárez García.
En el orden citado estos cuatro coros fueron los ganadores del Certamen Coral de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), Certamen de la Canción Marinera de San Vicente de la Barquera (Cantabria), Certamen Coral de La Antigua de Zumarraga (Gipuzkoa) y Gran Premio de Canto Coral "Santander 2012", por tanto y como bien remarcó Patxi Poncela, presentador del Gran Premio 2013, "concurso de concursos" que acogía a estos ganadores para optar al máximo galardón. Estuvimos ante cuatro coros que dieron lo mejor de sí en dos sesiones (polifonía y folklore) con programas que dejo enlazados y sin crónica detallada porque ocuparía espacio para los dos días, incluso para los invitados fuera de concurso, aunque no dejaré de incluir algún comentario puntual.
De los ganadores bien dentro de polifonía, destacando Heaven Heaven (Britten) de voces blancas excelentes y graves de menos a más, y Agnus Dei (Penderecki), con partitura donde las dinámicas fueron muy agradecidas. En folklore, sin necesidad de escenificar y primando la música me quedo con una potente sardana Les Neus que es fonen (Morera) que además repitieron para cerrar el concurso, donde el único pero sería "limar" cierto sonido metálico en los fortissimi, que supongo la sesión matutina, nunca óptima para cantar, forzó más de lo deseado. Demostraron la calidad de un coro de cámara bien trabajado, desenvolviéndose bien con repertorios más cercanos en el tiempo, en su folklore (El Cant dels ocells en armonización de Bernat Vivancos fue casi instrumental por el excelente color vocal), con enorme musicalidad y una línea de canto solvente.
Finalmente la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria, numeroso frente a los anteriores de cámara pero un peldaño por debajo, puede que afectado por actuar en primer lugar. En polifonía las obras elegidas resultaron demasiado complejas para una formación que estuvo más cómoda en folklore, especialmente con el Libertango (Piazzolla) que estuvo acompañado por tres acordeones, pero pese a la "hinchada" o cariño del público por la cercanía geográfica, el nivel estaba inalcanzable.
Buen fin de semana coral.