Quizás sea obvio decir que el trabajo de Art Blakey junto The Jazz Messengers sea de un nivel superior y referencial dentro de la historia del jazz, pero hoy quiero rescatar otro testimonio de su desbordante talento como percusionista con una colaboración con tipos como Solomon Ilori ("African Highlife" es otro favorito) Curtis Fuller(delicioso "Blues-ette" en 1959), Yusef Lateef y Ahmed Abdul-Malik.
Decir que escuchar este disco debe ser lo más parecido a respirar ritmo, aparte de ser una expresión chorra como un templo,es la definición más cercana que le puedo dar. Suda ritmo y lo escupe como fuego. Cada vez que Art Blakey sacude los brazos saltan chispas y esto unido a los ritmos afro beat y percusivos africanos, pues es de suponer que se convierte en una orgía de jazz espiritual que avanza sobre tu cabeza como una locomotora. Es un disco para sudar y cargar energías cada instante que se ponen manos a la obra.Hasta la parte final con "Ayiko Ayiko" no entran en un terreno cercano al hard bop asalvajado. El remate con "Tobi Ilu" son las percusiones en pleno rendimiento con Blakey haciendo de las suyas acercándose al trance y la catarsis percusiva.
Indomable el muy cabrito en el disco que escuches de este genio.Este seguro que era de los que te retaba a un duelo donde fuera, cuando quisieras y como decidas.Sabe que te va a meter un repaso pequeño.Maestro Indestructible.