Hoy encontramos las primeras imágenes de arte conceptual de la película del duo francés, que nos traslada a un pequeño pueblo de la costa irlandesa:
A medida que lidia con el suicidio de su madre, Lucie (Chloé Coulloud) tiene una trabajo de asistencia a ancianos confinados en casas perdidas con diversos estados de demencia. Uno de sus ancianos es muy diferente al resto: un bailarina de renombre, la señora Jessel (Marie-Claude Pietragalla), que se encuentra ahora en estado de coma en una mansión decrépita. Una anciana arrugada conectada a un respirador artificial en una sala rodeada de libros antiguos y artefactos arcanos, y se rumorea que tiene una pequeña fortuna escondida en algún lugar de su oscura y polvorienta mansión.
Tentada por esta historia de un tesoro escondido, Lucie y sus dos amigas entran en la finca en busca de su boleto a una vida nueva y mejor. La misteriosa mansión es un laberinto magníficamente detallado de puertas cerradas que no parece tener ninguna recompensa para el trío - hasta que su curiosidad abre una caja de Pandora de horror indescriptible que se retuerce de noche como castigo por su avaricia demencial.
Un soplo de aire fresco que busca aportar algo nuevo al género de la vieja casa oscura, y que demuestre que sus directores no están ligados a la sangre. Maury y Bustillo , en vez de volver al estilo de slasher de su trabajo anterior, han creado una especie de sublime y poética pesadilla, tirando de las fuentes más clásicas y fantasmagóricas del horror literario.