El concierto se dedicó a la memoria de Odón Alonso, fallecido el pasado lunes, como defensor de la música española que ocupaba todo el programa.En un día de recuerdos históricos para la democracia española se programaba un repertorio muy desigual en cuanto a "calidades" aunque todo plenamente exportable bajo el sello hispano, y donde las entradas agotadas desde hacía tiempo (los huecos supongo que eran de abonados) esperaban sobre todo a una "invitada" querida, guapa, famosa, cuyo nombre es suficiente para mover seguidores pero que a la hora de la verdad me resultó una tomadura de pelo como escribía desde el teléfono nada más salir del concierto. Un poco más resposado quiero contar lo sucedido, siempre desde MI OPINIÓN que no tiene que ser compartida ni lo pretendo.Las Diez melodías vascas de Guridi son muy llevaderas, agradecidas, bien compuestas y perfectas para una orquesta como la OvFi, pero resultaron desiguales, con algún desajuste desde una dirección que se mostró más preocupada de dirigir y marcar que de interpretar realmente. Las "segundas" Amorosa y De ronda sonaron mejor que las "primeras" como si aún no hubiesen entrado en juego, pero la Festiva que cierra esta aportación orquestal del maestro vasco sólo lo fue en el título. La orquesta carbayona suena bien, compacta, pero no puede dar más de sí cuando desde el podio no había ideas claras, y ni siquiera el zorcico sonó a tal.
El concierto se dedicó a la memoria de Odón Alonso, fallecido el pasado lunes, como defensor de la música española que ocupaba todo el programa.En un día de recuerdos históricos para la democracia española se programaba un repertorio muy desigual en cuanto a "calidades" aunque todo plenamente exportable bajo el sello hispano, y donde las entradas agotadas desde hacía tiempo (los huecos supongo que eran de abonados) esperaban sobre todo a una "invitada" querida, guapa, famosa, cuyo nombre es suficiente para mover seguidores pero que a la hora de la verdad me resultó una tomadura de pelo como escribía desde el teléfono nada más salir del concierto. Un poco más resposado quiero contar lo sucedido, siempre desde MI OPINIÓN que no tiene que ser compartida ni lo pretendo.Las Diez melodías vascas de Guridi son muy llevaderas, agradecidas, bien compuestas y perfectas para una orquesta como la OvFi, pero resultaron desiguales, con algún desajuste desde una dirección que se mostró más preocupada de dirigir y marcar que de interpretar realmente. Las "segundas" Amorosa y De ronda sonaron mejor que las "primeras" como si aún no hubiesen entrado en juego, pero la Festiva que cierra esta aportación orquestal del maestro vasco sólo lo fue en el título. La orquesta carbayona suena bien, compacta, pero no puede dar más de sí cuando desde el podio no había ideas claras, y ni siquiera el zorcico sonó a tal.