En Ártico no sucede nada y en esa llanura de monotonía y ausencia de dialogo, somos invitados a seguir muy de cerca el derrotero de un hombre al que acompañamos casi sin chistar , sin saber por qué, inquietos y por demás cansados.
La película desafía así su inaccesibilidad , marcada por una cámara muy intima y cercana , pero que en lugar de permitirnos identificarnos cómodamente con el protagonista.
Rebotamos permanentemente en el frío vacío de la no - acción y del tiempo muerto que , debo confesar, por momentos marea y pide a gritos una referencia , una calma, al menos un chisme.
Me pregunto si no pasa nada o es que ya no hay nada por hacer. El silencio a lo largo del film se impone abruptamente y como alternativa solo dos opciones: husmear como perros algún rastro de lealtad narrativa de argumento perdido, admirando parcialmente los logros técnicos del film.
O bien echarnos una siesta en la marea de la nada apelando a la filosofía de encontrar calma en el vacío incongruente.
Ártico según su director en una entrevista , trabaja con aquellos desechos de un típico thriller, aquellos momentos sobrantes que rellenan los momentos de vértigo del genero.
Un juego por demás interesante y difícil, una escena limite hecha película. Dirección: Santiago Loza
Guión: Santiago Loza
Elenco: Pablo Seijo
¿Donde?: Malba Cine
Día y Hora: Jueves 20.30 horas y Sábados 18.30 horas.