Artículo #21: Cinco libros imposibles (o que tiran para atrás)

Publicado el 31 agosto 2013 por Silvia Filóloga @silviafilologa

Porque todos tenemos lecturas holgazanas difíciles de digerir


Caray, parece que fue ayer cuando escribí mi último artículo. Versaba sobre el 70º aniversario de El Principito. Años luz de aquello (abril, para más inri). Confieso que he tenido aparcado en una esquina, casi marginado, esta sección, pero las ideas rascan, la inspiración vagabundea alrededor mía y nada, no hay manera de cogerla al vuelo. Pero et voilà: heme aquí. O al menos, en apariencia a la rutina de redactar informes sobre temas de pasión bibliófila.
Retomo la sección con lo siguiente: un top 5 de libros difíciles de terminar, culminar, acabar, finiquitar..., llamémoslo como más nos plazca pero la esencia radica en que hay novelas que son incomibles (¿se dice así?). Vamos, que se nos atragantan a medio camino entre lectura difícil e imposible. En cada asalto lo damos por perdido porque no nos engañemos: hay libros que por desgracia no podemos con ellos, clásicos y contemporáneos por igual. De los primeros, pertenecientes a la literatura universal, hay unos cuantos, que siento decirlo, son un tostón y resultan pesados, aburridos (con todo el respeto hacia el arte de la palabra que es la literatura y los escritores de antaño, que ellos sí que eran escritores de los buenos, pero a veces escribían obras que nos dejaban K.O). Por mucho que los eruditos y académicos o hasta la gente del cánon nos digan que se tratan de obras maestras, ya sea por la densidad de sus contenidos o por su condición, irremediablemente las relegamos al final de nuestra estantería, la de libros imposibles o inacabados (y que un día fueron pendientes), y nos olvidamos que están ahí, cogiendo polvo los pobres, nuevísimos ya que han pasado por pocas manos, y vete a saber si alguien se apiadará de ellos.
Sin más preámbulos, mis 5 lecturas complejas de terminar (y empezar) son:
1. El Quijote, de Miguel de Cervantes
Sin duda la clásica obra castellana universal por antonomasia, una joya de novela. En cada hogar
español hay un Quijote, el tocho completo o por tomos. Pero son muy pocos los españoles que se han leído la inmortal obra de Cervantes, o al menos que lo hayan intentado. Yo lo hice: me puse y al rato desistí. No es normal que me tire media hora con una sola página aunque, dicen, que una vez superadas las primeras 50 o 60, es adictivo. Claro está que en castellano arcaico es imposible cogerle gustillo al caballero andante. Pero aún así, habiéndose "traducido" el Quijote a un castellano más acorde al Siglo XXI, en infinidad de ediciones (incluso para niños), sigue siendo una novela que apenas han leído los lectores españoles. ¿Por qué? Un misterio sin resolver. Hasta William Shakespeare, considerado el Miguel de Cervantes de la literatura inglesa, me parece más tolerable. Una rareza. 
2. Ulises, de James Joyce
Esto ya son palabras mayores, o igual de mayores. Leer al irlandés Joyce es una odisea, un tirarse a la piscina sin agua y estrellarse. Es muy compleja se mire por donde se mire, teniendo el triste honor de ser la novela inglesa (creo) más veces interrumpida por un tedioso lector.  ¿La razón? No lo diré a ciencia cierta porque no hay nada seguro en esta vida, pero el argumento tilda de ser de esos de "no hay por donde cogerlo". Su simbolismo épico que hay que saber interpretar, previo análisis, y la variedad de estilos en cada capítulo tampoco ayudan. Alabo al bueno de Joyce porque su intención, no obstante, era buena: radiografiar un Dublín muy chuli.
 3. La Metamorfosis, de Kafka

Como en el caso de Ulises, estamos ante una novela difícil aunque para alivio no llega al centenar de páginas (a Dios, gracias). Es una lectura que hay que saber interpretar entre líneas, pues de ella subyacen temas como la burocracia, la identidad del individuo,... A eso hay que sumar que el título de la obra apunta maneras con la mitología clásica. No escapa a la infinidad de connotaciones que se le pueden dar como "cambio", "mutación", "transformación"...etc. Además, ¿alguien le ve sentido alguno a que un hombre se vea transformado, mutado, reducido en un vil insecto?
4. El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien
Vayamos un poco a una lectura "de moda", aunque no ligera y sin dejar de ser clásica. No diré mucho de esta saga escrita por J.R.R. Tolkien, perfectamente tramada, ideada... pensada (filólogo tenía que ser) que no se sepa a estas alturas. Las películas de Peter Jackson seguro han saciado el gusto por leer a este brillante escritor y poeta, pero cada vez que veo algún libro de El Señor de los Anillos, de lo extensos y vastos que son y escritos con letra pequeña, me lo pienso. Si aguantas hasta el final, es que eres un friki del universo mágico (y complejísimo) creado por Tolkien. No hay otra. No puedo concebir estas novelas sin ser buen conocedor de las mismas, fanático absoluto de todo lo que lleve la marca Tolkien, y disfrutar como un enano hobbit viajando por la Tierra Media.
 5. Los Pilares de la Tierra, de Ken Follett

Si con Tolkien debes ser un friki de su universo fantástico, con esta obra de Follett has de ser un amante de la historia medieval y todos sus tejemanejes, y más si cabe de la arquitectura gótica y románica, y por supuesto, de las seos o catedrales. Porque la novela va de la construcción de una: la de Kingsbridge, en la Inglaterra del Siglo XII, entre otros menesteres. Pero a sabiendas que antiguamente tardaban años en levantar una catedral, es de suponer, por ende, que la novela sea larga. Y lo es un rato inmenso, lo cual me conduce a clasificarla aquí como lectura imposible (u holgazana mejor dicho) por su evidente y palpable extensión: 1.300 páginas. Ni la Biblia contiene tantas hojas, de esas finitas y delicadas de pasar, que cortan en su filo y hemos de verlas con lupa en mano. Quien aguante hasta el final, premio. Su continuación, Un Mundo sin Fin, pasa tres cuartos de los mismo: más historia medieval, más catedrales y muchas páginas, esta vez, unas 1.184. Algo menos, pero siguen siendo bastantes.
 
Y que conste que no menosprecio ninguna de estas obras, amen. Pero al César lo que es del César. ¿Qué novelas consideras infumables, cansinas, pesadas, imposibles? ¿Sientes pereza al leer alguna? ¿Te ha pasado alguna vez que comenzaste ilusiond@ a leer un libro y tuviste que tirar la toalla? ¿O eres de l@s que una vez zarpan, contra toda marea, llegan a buen puerto?

(¯`• Filóloga Bibliófila •´¯)