Nuestra sección “Artista del mes” está dedicada en esta ocasión a Sira Hernández, pianista y compositora barcelonesa conocida por sus exquisitas interpretaciones.
Su trabajo más reciente es Tres impresiones sobre la Divina Comedia, una ambiciosa composición estrenada en 2021 para conmemorar los 700 años de la muerte de Dante Alighieri.
Con tan solo 16 años de edad debutó en el auditorio del Conservatorio G. Verdi de Turín (Italia), donde había realizado sus estudios bajo la dirección de Remo Remoli y Felice Quaranta.
De vuelta a Barcelona, continuó su formación pianística de la mano de Alicia de Larrocha, Manuel Oltra y Emilio Molina, profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) y en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
INTÉRPRETE Y COMPOSITORA
Como intérprete y compositora, ha participado en multitud de conciertos y eventos musicales, como el Festival de Peralada, el Festival de Música Clásica Castillo de Santa Florentina, el Palau de la Música Catalana, todos ellos en Barcelona.
Además, ha actuado en el Festival Internacional de Música Clásica de Toledo, el Festival Internacional de Música de Ibiza, la Fundación La Caixa
COLABORACIONES ARTÍSTICAS MULTIDISCIPLINARES
Una de las facetas de Sira Hernández se centra en su colaboración como compositora en proyectos artísticos donde la música se fusiona con la danza, la poesía y las artes plásticas.
En 2014, estrenó el espectáculo “Iniciación a la Sombra”, inspirado en los versos de Ángel Crespo. Posteriormente, colaboró con el bailarín Pablo Arán, la artista plástica Stella Rahola y el actor Manuel Galiana, entre otros. Como resultado de esta actividad, en 2017 estrenó su propia música al piano en el espectáculo “L’altra voce”, del director y coreógrafo italiano Moreno Bernardi.
Otra de sus obras de creación propia se estrenó en 2019 con el título “Fantasía para piano”. Fue un encargo de la artista italiana Sara Conforti para su performance en la galería Gli Acrobati (Turín). Ese mismo año estrenó la pieza para piano “Don’t forget about that”, un homenaje al escritor italiano Primo Levi en el centenario de su nacimiento.
Esta faceta creativa alcanzó uno de sus puntos culminantes con el trabajo discográfico “Initiation to the Shadow”, un proyecto de gran repercusión internacional. Durante el mes de mayo de 2020, se situó en sexta posición en ventas mundiales del sello discográfico Naxos. Este trabajo le ha valido tres nominaciones en la XIII Edición de los Premios MIN, en las categorías de Mejor Artista, Mejor Álbum de Música Clásica y Mejor Videoclip.
NUESTRA ENTREVISTA CON SIRA HERNÁNDEZ
En nuestra conversación con Sira Hernández nos desveló algunos detalles sobre su infancia, sus sueños y sus inquietudes. Aquí os dejamos la entrevista.
- ¿Cuál es tu nombre completo?
Sira Hernández Bronchud.
- ¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya?
Empecé a tocar el piano a los seis años y fue decisión de mis padres, supongo, recibir las primeras clases. De mi padre, en concreto, que era un gran melómano y me animó a estudiar piano y a profundizar en ello.
- ¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Mi primer piano fue un Rösler de pared. Desgraciadamente, ya no lo tengo.
- ¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
Me es muy difícil nombrar solamente un momento. Cada concierto lo es. Lo fue el primero, por supuesto, cuando tenía dieciséis años, en el Auditorio del Conservatorio Giuseppe Verdi de Turín, donde estudiaba. Fue el primer gran festival internacional de música; como el de Peralada o tocar en un lugar tan emblemático como el Palau de la Música Catalana.
Y también lo fue intensamente un concierto que ofrecí en la Iglesia de Santa María la Blanca, en Toledo, un lugar tan impregnado de religiosidad, tan pulcro y bello. Pero, en realidad, cada vez que subo a un escenario siento que es como la primera vez, con la misma emoción y responsabilidad. El mismo compromiso conmigo misma y con el público.
- ¿Y el más complicado o frustrante?
A lo largo de los años, uno de los conciertos donde tuve una sensación, al principio, muy desconcertante fue un día en Soller, en la isla de Mallorca. Tuve que tocar un programa muy comprometido, con piezas de Scarlatti, una partita de Bach y sonatas de Beethoven, sin haber podido probar ni practicar en el piano, que era un Yamaha nuevo y muy duro. No me dejaron tiempo para ello los que gestionaban el lugar, que era la Iglesia.
Sin embargo, fue uno de los conciertos mejores y más especiales que he ofrecido. Algo pasó allí, cuando ya estaba yo muy tensa por la situación, abandoné las resistencias interiores y sucedió ese milagro que siempre anhelamos al subir a escena. La música fluyó con toda su potencia y plenitud. Como nunca.
- ¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Mis referentes son múltiples: Bach, Chopin, Mompou, etc. Los grandes nombres de la música. Mis maestros de piano y composición a lo largo de los años de estudio y los grandes intérpretes como Arturo Benedetti Michelangeli, Sviatolav Richter, Maria João Pires, Alicia de Larrocha, pero también Keith Jarrett o Chick Corea y Miles Davis o Nina Simone, etc.
- Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
Nunca me he planteado ser otra persona. Estoy bastante a gusto conmigo. No obstante, las luchas internas y externas, que siempre hay, y las contradicciones y aspectos mejorables que una pueda tener…
- ¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
En verdad, no tengo manías antes de salir a escena.
- ¿Qué querías ser de pequeña?
De pequeña, tenía clarísimo que mi camino era el arte.
- Si no hubieras sido música, ¿qué te habría gustado ser?
Si no hubiera sido música, me habría dedicado a otra disciplina artística. Seguro. O la pintura o la danza o la poesía. Además, concibo las artes en general todas conectadas entre ellas. Me apasiona esta vida y la capacidad de expresarme a través del arte.