Víctor Erice, con sólo tres largometrajes, nos ha dejado algunos de los trabajos de mayor belleza de nuestra cinematografía, filmes llenos de poesía.
Leemos en un reportaje titulado “Camino a la revelación” publicado en el diario La Jornada, de México, en febrero de 2000, preguntado por Mario Campaña:
P.- Usted ha realizado apuntes de los que se podrían deducir líneas generales de una poética cinematográfica personal, con menciones al cine no parlante, al documentalismo de Flaherty o al realismo de exposición de Rossellini, y en la que se siente también la inspiración de la pintura y la poesía. Más que a una tensión narrativa, sus películas parecen aspirar a una tensión poética construida por imágenes en su transcurrir. Se puede decir que su cine está hecho no sólo para ser visto sino además para ser contemplado y aprehendido, demandando una visión prolongada y libre del objeto que sea capaz de recrearlo y enriquecerlo. ¿Esta apreciación es correcta?
V.E.- Sí, lo es. Y creo que expresa muy bien algo a lo que, como cineasta, aspiro. Que las imágenes susciten en el espectador una actitud de contemplación y un descubrimiento es un objetivo que pertenece a los orígenes del cine. No es una aspiración de hoy, teñida de modernidad. Y es cierto que siempre me ha interesado mucho la relación que puede establecerse entre ficción y documental. De ahí las referencias a Flaherty, Murnau, Renoir y Rossellini, que se pueden extender también a los principales cineastas de la Nouvelle Vague francesa. Me conmueve de manera particular el cine cuyas imágenes discurren al compás de los hechos más esenciales de la vida, el que da cuenta sencillamente del paso de los días.
El cortometraje que os traemos, 'Alumbramiento', forma parte del proyecto Ten Minutes Older, en el cual 15 cineastas debían realizar un cortometraje de 10 minutos cuyo tema central era el tiempo. Un requisito era que apareciera un reloj al menos una vez.
Rodado en blanco y negro, Erice nos acerca a la España de los años 40, época plagada de miedos. Vida, muerte, paso del tiempo... Trabajo lleno de simbolismo y belleza en el que todos los elementos y el tempo, la cadencia de la narración, están perfectamente medidos.
Disfrutadlo:
'Souvenir' es un breve trabajo rodado en 16 mm con un ligero aire experimental. Recuerdos, paso del tiempo, lo que queda, lo que se va... Ya se intuye la particular forma de ver el mundo y de entender el cine de José Luis Guerín. Como reconoció en el diario argentino La Nación: "Siempre intento preservar el hecho de que no todo esté cerrado. Estoy atento a lo que puede aportar el improviso, el accidente. Si filmo en la terraza de un café más que dirigir a las personas, me gusta crear pequeñas situaciones y esperar con mi cámara hasta que se produce lo que llamo el gesto revelador. La actitud del observador sería la de soñar películas, imaginar posibles relaciones entre las personas que ve. Creo que esa es la génesis del cine, miras e inventas sobre lo que ves. [...]".
Este cortometraje se emitió en el primer episodio (dedicado al vídeo doméstico, emitido en noviembre de 1985) de 'Arsenal', programa de TV3 realizado por Manuel Huerga, en cuya página podemos leer sobre el programa: "La idea consistía en recoger, mediante una selección de temas monográficos muy diversos, el espíritu de la época a través de sus tendencias artísticas, sociales y culturales, sin ningún ánimo periodístico o didáctico. 'Arsenal' trató de ser, en sí mismo, una aportación a la creatividad al tiempo que una innovación en los formatos televisivos, tratando de recoger la dispersión para presentarla de una forma más o menos coherente y transversal."
Hay quien ve en este trabajo un esbozo de lo que sería 'Tren de sombras'. Que lo juzgue cada cual:
Jordà nació en 1935. Época complicada. Su padre era notario en Santa Coloma de Farners (Girona), además de jefe local de Falange. Joaquim se licenció en derecho en la Universidad de Barcelona, convirtiéndose a pesar de (o quizá debido a) la educación dispensada por su familia, en uno de los fundadores de la célula antifascista de su facultad. Con 18 años ingresó en el Partido Comunista de España (PCE), del cual se distanciaría años más tarde. En lugar de ejercer como abogado, Joaquim se trasladó a Madrid para estudiar en el IIEC (Instituto de Investigaciones y Experiencas Cinematográficas), aunque no concluyó los estudios.
En Madrid se relacionó con gente del Nuevo Cine Español y se vinculó a UNINCI, productora cercana al PCE. Es con esta productora con la que realiza el corto que os proponemos ver: 'Día de los Muertos' (1960), película codirigida con Julián Marcos rodada el Día de Difuntos. Según Jordà: "Debía contener un 'documental dentro del documental' que era un paseo por el cementerio civil, cuya función era ilustrar, a través de la personalidades sepultadas, una especie de historia de los heterodoxos españoles de los siglos XIX y XX. La llegada de la policía interrumpió el rodaje y obligó a velar el material filmado para impedir la identificación de los asistentes. A posteriori, la censura obligó al corte de varios planos". (Nosferatu nº 52, abril 2006. Número dedicado a Joaquim Jordà).
El filme resultante, que finalmente quedó reducido a 12 minutos, se presentó en el Festival de Oberhausen.
Para finalizar, os dejamos un texto extraído de la revista Nosferatu (nº 52, abril 2006. Número dedicado a Joaquim Jordà) donde el director, preguntado si no tenía conciencia de haber formado una escuela, establece lo que él considera sus diferencias con Guerín y Erice:
"No, una escuela no, aunque tal vez sí un punto de referencia. En realidad, en la Pompeu Fabra hay dos referencias, una soy yo y la otra es José Luis Guerín, aunque somos muy diferentes. Él, siguiendo un poco el modelo de Víctor Erice, hace una película cada 10 años y yo, en cambio, procuro hacer una película cada tres meses, y aunque no lo consigo, últimamente sí hago una cada ocho meses, o así. Yo no soy un perfeccionista ni tengo muchas ideas previas... Guerín y yo tenemos maneras diferentes de hacer, de forma que hay gente que se apunta a su manera y otra que lo hace a la mía. La diferencia es que mientras que la escuela, digamos, Erice-Guerín es en el fondo indicativa, seguir un modelo, yo en cambio no inspiro ningún modelo. Algunos de mis ex alumnos me suelen decir que en algunos momentos de sus trabajos piensan en mí, pero yo creo que lo que en realidad quieren decir es que les gustaría charlar conmigo, no interrogarse si yo haría así tal o cual cosa. No es modelo ni referencia, sino un poder hablar, un poder sentarse a debatir".
La pena es no saber qué opinan Guerín y Erice al respecto.
P.S.: Os recordamos que si queréis repasar 'En construcción', desde aquí podéis acceder a lo película y a algunos enlaces interesantes.