Con la única abstención del PSC, en la segunda sesión de investidura en el Parlament, CiU ha conseguido su primer objetivo. Joaquim Nadal, presidente del grupo parlamentario socialista, ha justificado su voto como “una responsable lectura del apoyo ciudadano”.
No hay sociovergencia entre CiU y PSC. Nadal lo ha dejado claro y Artur Mas lo ha reafirmado. EL acuerdo firmado entre estas fuerzas políticas se centra en facilitar la investidura como presidente de la Generalitat del segundo y establece unas líneas comunes de acción que deberán ser posteriormente negociadas. “No apoyaremos a CiU sino aquello que la sociedad reclame”, explicó Nadal.
Los temas objeto de posible acuerdo se centran en varios puntos: la concertación política, social e institucional y la lucha contra la crisis, políticas sociales y de familia, representación institucional, transparencia y calidad de la democracia.
Los aspectos más destacables se centrarán en posibilitar la creación de una ley electoral catalana, desarrollar un acuerdo estratégico para la internacionalización de las empresas, apoyar la actividad innovadores y de los emprendedores, potenciar el papel del Institut Català de Finances, asegurar que las plantillas de policía, médicos y maestros no se reducirán y se acomodarán a las necesidades del país, impulsar la creación de área metropolitana de Barcelona, crear una ley para la financiación de los entes locales y reformar la ley de la CCMA.