Artur Mas, la apuesta del empresariado catalán

Publicado el 20 septiembre 2010 por Quim @Quim_Marques
El empresariado catalán tiene muy claro que las próximas elecciones catalanas del 28-N van a producir un cambio en el Palau de Sant Jordi, sede de la presidencia de la Generalitat. No dudan que Artur Mas, el líder de CiU, va a conseguir, no ya ganar las elecciones (cosa que hizo en las dos últimas contiendas), sino lograr conformar una opción de gobierno.
Un claro ejemplo de este apoyo se pudo visualizar en el overbooking que se produjo en una conferencia-almuerzo, organizada recientemente por la Cambra de Comerç de Barcelona, donde Mas desgranó algunos ejes de su programa económico. Muchos de los empresarios y directivos asistentes no se acercaban por la Llotja (sede de la institución catalana) desde hacía mucho tiempo. Y es que esperan que, en esta ocasión, Mas obtenga una contundente victoria.
Es una sensación compartida internamente en CiU aunque Mas se obstine en pedir calma, humildad y esfuerzo para conseguirlo. Pero él mismo se traiciona ya que internamente se ve en esa posición ganadora, hasta el punto que ya está intentando conformar un esbozo de lo que serán los hombres fuertes de su gobierno. En la Cambra llegó a afirmar que contará con los mejores, sean o no del partido. En roman paladino, ese gobierno contará con independientes.
Mas está convencido que podrá contar con los mejores. "Ahora no es momento de mirar para otro lado", declaró. "El país os necesita". Un claro mensaje a navegantes que por lo visto se le están resistiendo.
Elecciones en Foment del Treball
Mientras no llega el día electoral,los empresarios, en Cataluña, se hallan entretenidos en apostar si Juan Rosell, vicepresidente de la CEOE, renovará su cargo como máximo dirigente de la patronal catalana en Fomento del Trabajo, o bien, si los opositores, con Joaquim Boixareu y Antoni Abad (presidente de la patronal local CECOT), consiguen desbancarle. Por cierto, este último, militante de Convergencia, es de la opinión que a los funcionarios se les debería poder despedir como al resto de los trabajadores de la empresa privada si concurren circunstancias para ello.