Y es que cada día tengo más claro que muchos en Cataluña viven en su matrix particular, en su burbuja, mirándose al ombligo y construyendo su realidad paralela. Un montaje que llega a todos los ámbitos de la sociedad y que afecta (o intenta afectar) a todos los ciudadanos. Ahí tenemos el constante “visca el Barça i visca Catalunya” que repiten una y otra vez los jugadores del Fútbol Club Barcelona cuando logran un éxito deportivo. Algo que en sí mismo no debería molestar, pero que sí lo hace cuando esa es una manifestación de sentimiento, de seny, con la única intención de diferenciarse del resto de España, vendiendo algo que no existe. Olvidando, por ejemplo, que el Barça tiene más aficionados fuera de Cataluña que dentro de sus fronteras. Y ahí tenemos también a la presidenta del Parlamento de Cataluña, que en una visita de escolares a esta institución que dedicó a animar a los jóvenes a acudir junto a sus familias a las manifestaciones separatistas y a decirles que la Guerra de Sucesión fue una guerra contra Cataluña, mintiendo descaradamente, obviando la historia y la realidad de los acontecimientos. Algo de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones en Desde el Caballo de las Tendillas.
Y es que cada día tengo más claro que muchos en Cataluña viven en su matrix particular, en su burbuja, mirándose al ombligo y construyendo su realidad paralela. Un montaje que llega a todos los ámbitos de la sociedad y que afecta (o intenta afectar) a todos los ciudadanos. Ahí tenemos el constante “visca el Barça i visca Catalunya” que repiten una y otra vez los jugadores del Fútbol Club Barcelona cuando logran un éxito deportivo. Algo que en sí mismo no debería molestar, pero que sí lo hace cuando esa es una manifestación de sentimiento, de seny, con la única intención de diferenciarse del resto de España, vendiendo algo que no existe. Olvidando, por ejemplo, que el Barça tiene más aficionados fuera de Cataluña que dentro de sus fronteras. Y ahí tenemos también a la presidenta del Parlamento de Cataluña, que en una visita de escolares a esta institución que dedicó a animar a los jóvenes a acudir junto a sus familias a las manifestaciones separatistas y a decirles que la Guerra de Sucesión fue una guerra contra Cataluña, mintiendo descaradamente, obviando la historia y la realidad de los acontecimientos. Algo de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones en Desde el Caballo de las Tendillas.