El caso es que aquello se fue a hacer leches y los sáquicos, como perros rabiosos que son, se quedaron sin presa que morder y vagaban por el eter internético con sus fauces hidrófobas babeándolo todo, de modo que se lanzaron furiosos sobre el inocente blog de Arturo, que se llevó la alegría del siglo viendo como éste se le llenaba de gente, sí, pero qué gente, coño.
Arturo no es demasiado listo y está ya un poco viejo, sí, pero no tuvo más remedio que darse cuenta, al fin, de qué clase de gente se había apoderado de su blog y no sólo nos dijo que cerraba, que se iba a hacer leches sino también por qué: no soportaba comprobar como la inmensa jauría de cerdos venía a revolcarse todos los días en aquel lodazal en el que se había convertido su foro.
Y, efectivamente, se fue, y yo le escribí un par de cartas casi abiertas, en la 1ª de las cuales le decía que se diera por jodido, que lo suyo ya no tenía solución, que era lo mismo que se fuera o se quedara porque él ya no pintaba nada allí, la jauría se había apoderado de su blog y lo administraba ya a su antojo, por lo que, si Público.es, no tomaba la decisión de cerrar el grifo, de cortar el chorro, los sáquicos continuarían escribiendo allí “in eternum”.
También le decía que, en cierto modo, me había defraudado y mucho.
Que un tipo que se autotitula de izquierdas no puede irse “motu propio”, a él, lo tienen que echar a patadas, como hicieron conmigo, porque lo contrario supone una defección, una jodida huida ante el enemigo y eso, evidentemente, es de cobardes.
Yo no sé si ha sido la certeza y la fuerza de este último razonamiento o los millones de súplicas que ha recibido de los sáquicos , el caso es que el bueno de Arturo ha reflexionado y ha vuelto, “hosanna in excelsis”, bendito el que vuelve en nombre del Señor, “hosanna in excelsis”.
Pero, claro, las personas responsables tienen que asumir las consecuencias de sus actos, ahora, Arturo se encuentra conque:
- A) su vuelta implica que se fue en falso, a) porque nunca se debió de ir: a’) porque él, como yo, como todos los que mantenemos abiertos un blog de izquierdas, no estamos aquí porque nos salga de los malditos cojones sino que cumplimos una misión, ofrecer un foro a la izquierda muda para que opine y se manifieste, o, en todo caso, se alimente de una serie de ideas que no les pueden llegar de otra forma, o sea, que cumplimos una puñetera función y no está en nuestras asquerosas manos echar el cierre y marcharnos porque esto, los jodidos foros, no son ya de nosotros sino de la puñetera humanidad, suena a grandilocuente pero es una verdad como la copa de un pino, ¿adónde coño se iban ir ahora todos esos que pululaban como una marabunta por su blog?
-B) su vuelta implica que toda esa manada de ñus, como ellos mismos se han denominado, era en sí misma el impulso que realmente movía ya la noria y él no era ha sino el más jodido de todos los mascarones de proa, nada, coño, nada, así que no tenía más remedio que volver y hacer frente a los canallescos compromisos que había adquirido, yo no sé ciertamente si ha sido por eso o por todo aquello que sobre la responsabilidad de los mentores de la izquierda le reproché yo, pero el caso es que, albricias y pan de Madagascar, el jodido Arturo, se la ha envainado y ha vuelto.
A mi, la cosa, me jode no un poco sino mucho porque me echa más trabajo ya que me tengo que leer lo que allí escriben no ya sólo el propio Arturo sino también el jodido maldito bastardo que se ha erigido no sabemos bien por qué en el puñetero jefe de la manada, la simpar Binah y la no menos preclara Eirene, por no hablar de Croni, Arlequín y algún otro del que se olvide mi jodida y alzheimérica memoria, pero lo haré con gusto porque es decididamente saludable no alimentarse siempre uno de su propio vómito sino también con todas estas palabras que vienen de todos estos señores.
Entonces, querido Arturo, tu blog ahora ¿de quién coño es, tuyo, del ausente Saco o de toda esa marabunta que ya no sabemos bien a quien representa?
Yo, te lo juro, no lo sé no tengo ya ni puñetera idea.
Bueno, amigo, tengo que cortar, esto es ya demasiado largo, seguiremos charlando otro puñetero día.