Artista: Arturo Meza
Álbum: Canciones Para Cantar En El Infierno Vol. 1
Año: 1998
Género: Rock
Nacionalidad: México
Les recomiendo que conozcan, lean y disfruten de las notables líricas de este disco, y de todos los discos de este gran artista mexicano...
¡Vamos a cantar la canción de la paz en medio de un campo minado! ¡Vamos a gritar a través de este silencio que nos arropa y es impuesto por la soledad y la violencia de nuestros tiempos! Recordemos lo que el poeta alemán decía pues aún en "los tiempos oscuros también se cantará" después de todo, ese es uno de los fines utilitarios de la musa poética, invoquémosla junto con Homero: "Habla musa...canta musa!, ¡canta para este hombre atribulado!" Quizá solo así después del "rito de la sensibilidad" llegemos a captar el sentido que el aeda michoacano Arturo Meza logró plasmar en esa colección de rapsodias llamado sin más ni más "Canciones para cantar en el infierno Vol. 1", en 1998 bajo el sello Gente de México. ¿Título drástico?, podría ser a menos que no miremos la periferia de locuras y maldad carnavalesca a la que el hombre ha llegado, hemos pisado la luna pero también las cimas de la destrucción en un doloroso diálogo con el napalm, esa alienación infernal con ribetes tragicómicos salta a la vista y es perfectamente capturada por George Slik que logra pintar con maestría para la carátula del disco el lado grotesco de la comedia humana, una danza frenética dantesca.
Apenas el disco gira y el estruendoso riff en la guitarra de Roberto Gallardo rematado con un doloroso slide de Eduardo Montemayor golpea nuestra expectativa tensándola sin compasión, en seguida la voz de Meza nos da la más cruda bienvenida a la realidad con "Has llegado al mundo", no hay miramientos, la colisión es ineludible, la atmósfera músical es la más adecuada; simplemente Meza y la guitarra en un denso coloquio que es robustecido en el segundo 41 por las tarolas de Roy Galván cuyos redobles marciales son los primeros fulgores de un incendio que estallará en toda su plenitud en un rockero solo guitarrero. Arturo no adorna la lírica, ni siquiera busca la elegancia, la letra es dura, áspera, cruda, cortante por tanto hiriente, no es el Dylan cantando poéticamente la pérdida y búsqueda de la dignidad ni el Cohen que dice haber bebido en la copa de la oscuridad, más bien nuestro juglar asume el papel de cronista tan necesario para describir el lado obscuro del mundo, llamando por su nombre más terrible al hambre, al dolor y los bajos fondos, ¿es por eso una canción pesimista?, no, rotundamente no, en el coro "manada de ángeles dulcificando el suelo, manada de demonios satanisando el cielo" Meza ondea nuevamente el estandarte poético y de manera sigilosa pero no imperceptible nos muestra que ante los demonios del poder y la destrucción existen ángeles entre nosotros, es decir, siempre militará la esperanza, siempre existirá un motivo para cantar en este infierno.Jorge Heine
Un extraño dejo de tristeza se trasluce en el teclado de Fernie reforzado por ese efecto de eco vago en la voz de Arturo (el eco como símbolo de búsqueda, de un grito que espera por una respuesta que quizá nunca llegue y tenga que extinguirse en el vacío, el eco es la soledad) para imprimir un golpe cálido de dolor y lejanía, de abandono y profundo adiós como las ondas en el agua después de recibir un ligero toque en el intro de "Alcohol en el corazón" una canción cuya crónica no solo es la despedida sino sus efectos: un infierno; en cómo se vive el duelo por las ausencias "Y yo tumbado en el andén no pude sobrevivir, vagué sin dirección, con alcohol en el corazón, vagué sin dirección en el viejo ferrocarril. Un gendarme me despertó en una sucia prisión" con una muestra de maestría nuestro juglar captura tanto desazón en 3 minutos con 13 segundos, es allí donde se siente sin preámbulos la angustia de quiénes se quedan, la perfecta descripción de las heridas que no sanan, es un grito lanzado al vacío "amor, amor era invierno otra vez sin tí". Meza musicaliza el dolor, compara acertadamente a la ausencia con un "infierno particular" he ahí la belleza de este track que nos hace inevitable no recordar la frase de Khaled Hosseini que tiene un parecido sorprendente con nuestro tema: "El dolor de su ausencia era su compañero inseparable, como el dolor fantasma de un miembro amputado".
En "Hasta que venga la aurora" Arturo Meza nos presenta un tema recurrente en su discografía... la liberación de esta prisión, de la opresión, del infierno. Años después lo plasmará con semejante talento en "Vendrá la luz" aunque en "Hasta que venga la aurora" lo hace de manera más reposada pero no menos entusiasta, con más lirismo e imágenes poéticas centelleantes "ángeles que sueñan, globos y mares azules, arpas negras, cuerdas blancas, alas de mariposa, niños jaguar, armadillos, guajes y arcoiris" todo ello para culminar con la llegada del arcángel Miguel al que la teología cristiana representa tocando la trompeta del fin de los tiempos, el canto de la libertad que será la destrucción del "cantaro negro" que inundan el mundo actualmente, evitando la fragmentación y destrucción humana que Arreola y Meza llaman "la nostalgia de Dios". Musicalmente puede sonar sencilla pero tremendamente hermosa con esa guitarra colorida, cálida, aterciopelada sin embargo vigoroza cuando se necesita.
"Amor para siempre" expresa de forma nitida la ideología del poeta de ningún lugar cuyo tema "amor y paz" también es frecuente en su amplia discografía y discursos en recitales, su caballo de guerra, su forma de plantear ese "dejar atrás el infierno" esta canción que en sí es ya un himno en el repertorio meziano, sería su "Imagine", es aquí donde personalmente daré una declaración que podría sonar pretensiosa y creo que lo es porque "amor para siempre" me parece mucho mejor que la canción de Lennon, su contenido es semajente, igual parece que el michoacano se abrevó en "Imagina" para escribir el track del que nos ocupamos pero eso no impide que líricamente sea mejor, es un derroche de optimismo, vaya, es una explosión, una extensión de su "Himno al amor fraterno" su paráfrasis del "All you need is love", es el momento en que así mismo contesta su "Debe haber un lugar" de una forma más extensa; es ese "si tú quieres..." aquí es donde se afirma en la doctrina de Jesucristo sobre el amor a los enemigos, es una canción extrema porque el amor no se escatima, se derrocha, es una canción de protesta que lleva implícita la ideología de Tolstói, amar apesar de los cerdos, amar lo que no es amable, amar es revolución y una forma de plantear la guerra.
Hace tiempo me preguntaban ¿Qué entiendes cuando escuchas "¿A dónde iré sin tí?"? la respuesta es casi sencilla pero muy profunda: No hay nada sin el amor, todo rumbo desaparece, toda meta, felicidad o satisfacción se desmorona sin amor, pero no solo el amor eros sino el amor en todas sus variantes, ese sentir y amar lo más pequeño hasta lo más grande, el amor como luz que da fuerza a los manos que se tornarán en "remos a obscuras" sin el amor queda la pregunta de Meza ¿adónde iré sin tí? El viejo apóstol escribía: "Aunque hablara lenguas angélicas y no tengo amor...nada soy", aquí es donde Arturo Meza se yergue como uno de los grandes letristas, su poesía reboza belleza porque no es pretensiosa pero sí llena de candor, es imposible no sentir entusiasmo ante este otro himno infaltable en los conciertos del cantautor michoacano, la música es otro cantar, música líquida, que va creciendo junto con la letra (que de por sí ya es musical en extremo), el teclado asemeja perfectamente a un juego de cuerdas prefigurando el nacimiento del alba, un juego de órbitas estelares, la música como un lenguaje, un vínculo que es acertadamente utilizado en esta canción, la batería y el sonido de fagot dan el chispazo de alegría y brillo de talismán para auyentar la tristeza en medio de una danza sobre las certezas.
La literatura está llena de romanticismo mítico, el cine también cuando se trata de asociar lo sobrenatural con lo ordinario, en todo caso cuando se aborda el amor de un ángel con una mujer, lo primero que viene a la mente quizá sea "City of angels" de 1998 con Nicolás Cage y Meg Ryan, acá en México le dieron un título muy malo "El ángel enamorado". Actualmente se han publicado sagas que versan sobre el amor de seres angélicos con mortales, sagas que me han contado no tienen gran valor literario, por otro lado nos encontramos con el filme alemán "El cielo sobre Berlín"(1987) y su secuela "Faraway so close"(1993) éste último nos remite a U2 y su "Stay faraway (so close)" más concretamente en "El cielo sobre Berlín" nos encontramos con un ángel que desea probar la vida mortal, su alegrías y sus vicisitudes, el ir y devenir de la monotonía, al final el ángel llega a ser un hombre y desarrolla una vida común y corriente. Arturo Meza aborda el mismo tema en "El sueño del ángel" con una poesía hermosa, sublime nos muestra el anhelo de un ángel "quisiera ser un hombre con dolor, para distinguir la espina del amor" es un anhelo realista, que no evade el dolor que ello pueda implicar, o la obscuridad que este infierno conlleva porque bien lo vale, aunque al final del día eso sea imposible "pero solo soy un ángel tan ansioso por vivir, de recorrer los mares, de danzar contra la muerte, y tener un hijo de tu vientre." Si existe una lección en esta hermosa poesía sin duda es el valor que le da a la condición humana, ser hombre significa mucho, es un privilegio aunque Camus nos diga que "Cuán duro, cuán amargo es llegar a ser hombre". La existencia implica dolor y por lo tanto alegría, es una fortuna que el hombre haya sido hecho "un poco menor a los ángeles" pues según Arturo más de uno de ellos podrían envidiar nuestra danza con la muerte, una canción totalmente folk, con una guitarra elocuente digna de rescatar el antiguo oficio casi perdido de los viejos juglares ¡simplemente hermosa!
"Juan" es una canción tributo a John Lennon, eso es evidente por su intro que emula a la ya mencionada "Imagine" y las referencias al "Yellow submarine", "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" y "Eleanor Rigby", musicalmente puede parecer semi plana pero eso no impide arrojar imágenes de "buitres" y "enanos" comercializando con la guerra y el dolor, algo contra lo que Lennon dirigió su activismo por la paz, y aunque fue asesinado un 8 de diciembre de 1980 "el sueño no ha terminado", quizá sea esa la parte más conmovedora en este track, es decir la muerte no podrá parar el anhelo por un mundo mejor, nunca se descartará la leva de los soñadores mientras duren las edades del hombre. "Juan" fue incluido en el disco tributo "Imagina, Homenaje a John Lennon" en 2001.
Solo en el infierno es posible darle honra fúnebre al amor, sepultarlo y no guardar duelo, allí donde se celebra la muerte de un sentimiento tan inherente a la humanidad como lo es el amor podrá verse al ángel con una daga enterrada en el corazón, envolverse en la peste, el caos, de eso trata precisamente "Exequias" la última canción del volumen uno de Canciones para cantar en el infierno, una celebración demoníaca que aplasta toda felicidad, que arranca vestigios de humanidad, un paso hacia el abismo, rumbo al fin es decir la manifestacion de "Hombres grises inmolados" ante la nada, imbuidos en la armonía del terror, una exigua preocupación por nuestro hogar, el planeta tierra, la implicación ecológica " muere el árbol, muere el río...", ¿es posible llegar a ello? Meza alcanza con extraordinaria clarividencia describir al México bárbaro de las primeras décadas del siglo XXI, los actos y las consecuencias: las huestes de la violencia con sus coros celebrando sobre las ruinas de la devastación, construyendo un reino sobre corazones adoloridos, esto también es sólida protesta, más poética pero no menos certera, áspera y exacta, quizá con recalcitrante dolor en algún lugar de la geografía encontremos a un justo clamar por el amor y la misericordia "Gira y gira el mundo y yo, cuántas veces te busqué. Viene y va el ancho mar, cuantas veces te perdí. Gira y gira el mundo y yo cuantas veces te entregué" sin duda una canción apocalíptica con una música que me parece un tanto medieval, épica muy parecida a su famosa "Anael".
Cómo vimos "Canciones para cantar en el infierno Vol.1" es un disco que versa sobre la infernal ausencia del amor, la garra de nuestros tiempos violentos, la urgente necesidad de ser un poco más humanos aunque el discurso parezca un sermón de moralidad, Arturo Meza no es en este trabajo el cantante-arlequín que endulza los oídos con el viejo discurso pop, es el trovador que busca las briznas de esperanza para hacernos cantar en medio del tiroteo y los profundos acantilados, quiere desatar la lluvia que nos despierte del largo letargo que pesa con brumosa parsimonia sobre nosotros. Hablando técnicamente creo que era imposible concebir este proyecto para un solo disco y lo planeo en un disco doble, "Canciones para cantar en el infierno Vol. 2" es una extensión, una segunda parte y cuando lo conocemos seremos incrédulos ante el dicho de que las segundas partes no son buenas, por lo menos éste y el segundo volumen son fundamentales en la discografía de todo buen melómano.
Lista de Temas:
1. Has llegado al mundo
2. Alcohol en el corazón
3. Hasta que venga la aurora
4. Amor para siempre
5. ¿A dónde iré sin ti?
6. El sueño del ángel
7. Juan
8. Exequias
Alineación:
- Meza / cuerdas pulsadas, percusión y voz
- Fernie / teclados
- Sabalito / bajo
- Roy Galván / batería
- Roberto Gallardo / guitarra riff en "Has llegado al mundo"
- Eduardo Montemayor / guitarra slide y harmónicos en "Has llegado al mundo"