PASOS A SEGUIRCon los brazos levantados, espira y pasa el brazo derecho por debajo del izquierdo como si fuera una cuerda. Sube los codos a la altura de los hombros. Aprieta las palmas una contra otra y estira los dedos rectos hacia arriba. Flexiona las rodillas para formar ángulo de 45 grados y, con un movimiento fluido, sube la pierna derecha y ponla sobre la izquierda.
Si puedes engancha el pie por detrás de la pantorrilla izquierda en el extremo de abajo. Cuadra las caderas y el pecho respecto a la pared frontal. La pelvis está remetida y los hombros caen a plomo sobre las caderas.
Vista de lado la columna dibuja una linea recta. Lleva la cima de los hombros hacia abajo y hacia atrás. Clava la vista en un punto situado directamente frente a ti y espira por todo el cuerpo.
Para la asana o postura del Águila se realizan tres acciones a la vez:
- Centrar las caderas y los hombros
- Abrir el pecho
- Crear espacio y alargamiento en la columna
ENFOQUE ESPIRITUALLa nobleza no exige grandes proezas, sólo una conciencia relajada, una apertura para recibir sabiduría y una alineamiento inquebrantable con lo que juzgues correcto. Estamos aprendiendo a progresar no mediante el esfuerzo sino mediante la fe.