Ascensión al Navazo Alto - 1395 metros (Villaluenga del Rosario, Cádiz)

Por Nosgustaelcampito
Ascensión al Navazo Alto - 1395 metros (Villaluenga del Rosario, Cádiz)
Esta aventura que os propongo a continuación se fraguó hace algunos días. La idea surgió de Chema y, aprovechando un paréntesis climatológico entre tanta lluvia, Samy, Buño, Jorge y yo nos apuntamos sin pensarlo!
Salimos de Sevilla a las 8:15 y pusimos rumbo a Villaluenga del Rosario, pequeño pueblo con encanto de la Sierra de Grazalema.
Este pueblo es el más alto de la provincia de Cádiz (872 m.). Destaca su Plaza de Toros de forma octogonal cuyo origen es anterior a 1792. Es un monumento muy peculiar, grandes piedras calizas afloran entre el graderío dando aspecto de estar tallada en la propia roca.
Ascensión al Navazo Alto - 1395 metros (Villaluenga del Rosario, Cádiz)
Ascensión al Navazo Alto - 1395 metros (Villaluenga del Rosario, Cádiz)
Comenzamos la ruta sobre las 11. "Perdimos" un poco de tiempo en uno de los bares del pueblo, pero nuestra "Tostá de zurrapa de lomo" es sagrada, jeje.
Elegimos el comienzo más exigente, justo desde la Plaza de Toros hacia arriba. Aunque esta ruta tiene una dificultad Media, este primer km. puede resultar bastante duro y hay que tomárselo con tranquilidad: ayuda bastante parar, darse la vuelta y respirar profundamente con las increíbles vistas de los Llanos del Republicano a nuestra izquierda y el pueblo a nuestros pies.
El camino no está balizado y a veces puede resultar complicado saber por donde continuar. En este primer tramo la referencia es una gran grieta en la roca que se aprecia desde el comienzo de la ascensión: La Cueva de la Raja.
Ascensión al Navazo Alto - 1395 metros (Villaluenga del Rosario, Cádiz)

Una vez pasada la cueva deberemos avanzar por la ladera, pasando una primera valla con puerta (que dejaremos cerrada a nuestro paso) y una segunda que nos las apañaremos para pasar entre piedra y alambre de espino. Esta parte de la ruta ya ofrece vistas espectaculares y los que padecemos de vértigo notaremos algún que otro cosquilleo en el estómago, sin llegar la cosa a mayores.
También tocan las rampas más exigentes, ya que a la pendiente del terreno se une la roca suelta que dificulta bastante el ascenso.

Cada cierto tiempo encontramos algunos hitos puestos por anteriores senderistas y que ayudan a encontrar el camino correcto. Nosotros también aportamos nuestro granito de arena...
En la vegetación de esta primera zona predominan los Tojos Ulex sp. y podemos observar algunos Bisbitas comunes Anthus pratensis, bastantes Colirrojos tizones Phoenicurus ochruros, un par de Collalbas negras Oenanthe leucura y un invernante o rezagado Roquero solitario Monticola solitarius. La sorpresa del día en cuanto a fauna alada se refiere, nos esperaba un poco más arriba, poco antes de llegar al Puerto del Ahorcado. A nuestro paso sale volando desde una roca cercana y realiza un espectacular picado un Halcón peregrino Falco peregrinus. La observación fue fugaz, apenas unos segundos, pero hizo que la jornada ya hubiera merecido la pena al poco de comenzar...
Al llegar al citado Puerto del Ahorcado tenemos unas preciosas vistas del pequeño altiplano por donde más tarde descenderíamos, pero ahora toca seguir subiendo. Con la pequeña valla de piedra a nuestra derecha empezamos la subida, sin ver aún la cumbre del Navazo Alto. En este tramo observamos un grupo de 7-8 Acentores alpinos Prunella collaris en vuelo y posteriormente 2 ejemplares posados a escasa distancia.

Tras unas 2 horas y media llegamos a la cumbre. El día está bastante despejado, con viento flojo y una temperatura a las 14:00 de unos 8ºC...perfecto para disfrutar de las imponentes vistas. Hacia el NE la cumbre del Torrecilla y Sierra Nevada con sus cumbres más altas haciendo honor a su nombre y completamente teñidas de blanco. Hacia el S podemos disfrutar con las vistas del Peñón de Gibraltar, el mar y las primeras montañas del continente africano.

Los numerosos Buitres leonados Gyps fulvus que nos han acompañado durante la ascensión, vuelan aquí un poquito más cerca de nosotros.

En la cima, después de hacernos las obligadas fotos y de reponer fuerzas con frutos secos y algo de chocolate comenzamos la bajada. Para no volver sobre nuestros pasos, decidimos bajar hacia el Área recreativa de Las Covezuelas.

Descendemos hasta el verde altiplano llamado Los Navazos del Cao. Esta zona está parcialmente inundada y en ella encontramos multitud de setas que nos nos paramos a identificar. A partir de aquí el paisaje cambia completamente y nos adentramos en un húmedo bosque de Encinas Quercus rotundifolia y algún Quejigo Quercus canariensis.Nos dan la bienvenida un grupo de Chovas piquirrojas Pyrrhocorax pyrrhocorax.




La humedad de este bosque resultaba increíble. El musgo lo invadía todo y en los troncos muertos crecían algunos hongos, como esta preciosa Tremella messenterica de color fuego:.
Al pie de una encina Buño localiza un pequeño arbusto al que no damos la importancia en un principio que tenía. Aunque muy cerca de su zona de distribución no teníamos constancia (ni aparece en la bibliografía consultada) de la presencia de esta especie por aquí, catalogada como "En Peligro de Extinción". Estábamos ante una pequeña población de Ojaranzo Rhododendron ponticum ssp. baeticum fuera del Parque Natural de Los Alcornocales. Continuamos el descenso muy contentos con este inesperado hallazgo.
Ya en las partes bajas del valle abundaban los Majuelos Crataegus monogyna, repletos de frutos. Bastantes de ellos estaban parasitados por Muérdago Viscum album. En esta zona se alimentan abundantes Zorzales comunes Turdus philomelos.También disfrutamos de algunos Arces de Montpellier Acer monspessulanus, que en esta época otoñal lucen espectaculares.
Antes de llegar a la parte más baja del recorrido nos detenemos a observar un "Pilón" y descubrimos muchas larvas de Tritón pigmeo (?) Triturus pygmaeus.


Despues de unas 6 horas y unos 10 km. recorridos llegamos al Área recreativa de Las Covezuelas, donde dimos buena cuenta del Queso Payoyo comprado por la mañana y nos dimos un merecido descanso en los merenderos, antes de cubrir el último kilómetro y pico hasta Villaluenga del Rosario...

Integrantes de la expedición, de derecha a izquierda: Buño, Samy, Chema, Jorge y Alberto (yo)