Ascenso

Led Zeppelin – Led Zeppelin II

Oh si!!. Lo mas probable es que las nueve canciones compiladas en este álbum hayan sido una taquicardia tan fuerte para el joven aunque experimentado rock que de seguro le dieron los primeros aprontes para volverse un yonkie; una aguja que compilaba hormonas, y unos cien mil energizantes, todo ello le produjo un trance de euforia que por poco lo tumba de espaldas.
Un trabajo mucho mas desenfrenado que su buen debut, lo cual se podría atribuir a la mayor soltura que brindó el ruedo como banda, su composición individuo a individuo fue demasiado artificiosa y resulta hasta extraño la producción de un disco tan equilibrado como el Zep I, bueno exagere eso no es tan complejo si pensamos también en la calidad de los miembros, las cuerdas de fuego de Page, los batacasos pedregosos de Bonham o el equilibrio disimulado de Jones, el en esta ocasión tiene un brillo disfrazado de secundario, un papel tan importante que sin sus aportes los demás no podrían visualizarse así de nítido; ese es el secreto que guarda el bajista, una habilidad para los acuciosos que ven mas allá de los puñales propinados por la guitarra y logran observar el punto cardinal del álbum, sus miles de texturas y figuras endemoniadas. Pero como decía, se nota un desenfreno en la postura compositiva ello provisto desde la perspectiva que el porcentaje mayor de las canciones se venían armando con trozos creados en algún tiempo libre entre concierto y concierto (que eran muchos en el lejano ’69), alguna improvisación en el escenario y así se iban inundando del aura primitiva, luego fueron juntando las canciones puliéndolas e inconcientemente, brindándoles todo ese libido que flota en los recitales , cuando el publico se marcha y deja esas vibras en el aire o por la misma acción del grupo por el vicio y las ejecuciones en vivo y directo, el asunto es que pisaron el acelerador con todo, induciendo un vértigo de aquellos.
(de hecho me pregunto si el sobrenombre Brown Bomber ¿no será también una alusión sexual xd?)
Ahora si tuviésemos que buscar defectos, visibles solo se hacen dos y muy patentes, el primero es esos excesos en los que se habituaron a caer, cierto es que con el virtuosismo se podían dar el lujo de exprimirlo y mostrar las credenciales en solos interminables o intensificando en demasía los temas, pero pisar tanto el acelerador termina desgastando un poco con arquitecturas ampulosas, por otro lado pedirle a LZ mas mesura seria como querer oír a Queen sin parafernalia, es parte intrínseca de sus canciones, sin esa caracterización no serian Zep, se volverían en otra cosa… y Segundo , al parecer Page era de esos eternos admiradores de Tolkien, lo cual entiendo ,yo también lo soy, y mucho de lo épico en las canciones (sonoramente) recrea de forma símil a lo que producía el creador de los Hobbits con su tinta, el lío es que para este álbum se vuelven figuras borrascosas y hasta simplonas, lo bueno, porque siempre hay algo bueno..es que es el mismísimo Page es quien soluciona este manchoncito barriéndolas con su guitarra, al fin y al cabo sabe hacerse oír mejor con las cuerdas que con cualquier letra. No obstante todo eso no es un manchón enorme, un disco clásico, puede tener traspiés.
Desde el sosiego de Thank you a lo fulgoroso de Heartbreaker, incluyendo hasta pop en Living Loving, todas las canciones aunque en su mayoría se direccionen por uno u otro lado, TODAS tienen aunque sea un guitarrazo, un bajeo, un redoble, un jugueteo vocal, un algo que los hace trascendentes, lo otro es que algunos tracks reúnen muchos segmentos diferenciados entre si y van variando a medida que la reproducción avanza, lo que complejisa dar una definición clara a una composición tan texturizada, what is and what should never be ejemplifica bien esto, al inicio una voz cómplice , luego la guitarra palabrea con notas blueseras, deja la cadencia, se incendia lanzando notas ígneas, que parecen dialogar entre si, hasta desvanecerse. Definitivamente parece una laguna sónica impávida. En cambio hay otros temas mas fáciles de definir como el 03:05 de Whole Lotta Love, ese solo define mucho mejor que cualquier idea abstracta que te puedas hacer de todo el tema. Bueno y si de explicar se trata The lemon song y Heartbreaker, están mas que dispuestos a decodificar todo el álbum entre ambas canciones se reparten todos los buenos atributos, incluyen esa carnalidad electrificada, los cambios de tiempo sugerentes y claro la canción del “limón” teje las telarañas cohesivas de Jones que unifica y redimensiona. Moby Dick se iza igualmente por el solo de batería, uno bien particular que no se queda en acelerar y dar tres mil golpes por segundo, sino que va deslizándose por diferentes lugares, trepidando, golpeando hondo , e insertando un sección algo desenchufada del remanente del octavo corte, porque lo demás es absolutamente mas convencional, la guitarra típica dialogando con ingrávida potencia con la batería, pero aun con ello un muy buen tema. Si es por acústica Ramble on pone esa cuota, aunque siempre terminan teniendo su toque de gracia que las torna muy potentes y cerrando está la bluesera Bring it on home, jugueteando incluso al principio con una armónica… con eso están todas, mas me sigue pareciendo necesario un análisis concienzudo y continuo de cada tema, como verán hay mucho mas de lo que se aprecia a simple vista y escuchando mil veces, mil facciones nuevas te puedes topar, asi que despues de años ollendolo, se podria cambiar el apelativo luego de una escucha reciente.
Un disco creado pensando en una maratón de energia y bañado de lo que le sigue al amor como decía García Márquez, los asuntos de bajo vientre, tal vez es ese poco disimulado flirteo viril, el que les da otro aliciente para sonar lo mas fuerte posible . El fin de una etapa y la siguiente seria aun mas o tan cargada de riffs.
• Tracklist

• Whole lotta love
• What is and what should never be
• The lemon song
• Thank you
• Heartbreaker
• Living loving maid (she’s just a woman)
• Ramble on
• Moby dick
• Bing it on home