A los pocos días y en la misma cumbre del Annapurna un montañero, Tolo Calafat, fallecía de edema cerebral, dándonos la cara y la cruz de ese fenómeno que es el montañismo de las altísimas cumbres: Un algo de inutilidad deportiva, un poco de ego o de influencia mediática, un bastante de riesgo asumido sin necesidad y una forma de ganarse la vida que puede llevar la muerte aparejada.
El hecho del record, las ayudas ingentes de unos y otros, las facilidades o perjuicios de gobiernos, el sincronizar la llegada a la cumbre con el prime time televisivo nos da un mundo que no es el verdadero de la práctica deportiva casi homérica sino un mundo en televisión donde todo parece mentira pero no lo es, la muerte del montañero lo demuestra y las sospechas de la poca ayuda recibida por otros montañeros en la cumbre de la montaña asesina nos da cumplida fe de la pérdida de ese amor y solidaridad frente al gigante: son otros tiempos, tiempos de reconocimiento, dinero, cuota de share y egos y quien sabe si alguna coronación solo virtual. Es el espectáculo de los deportes que a fuerza de crecer y convertirse en analgésicos para la sociedad adocenada en su sillón al final se han desnaturalizado de su categoría helénica de semihéroes para convertirse solo en cajas registradoras más o menos escondidas.
Imagen: http://www.marca.com/2010/04/29/mas_deportes/deportes_aventura/1272520544.html
Imagen: http://hanopolis.com/?articleNo=13535&story/S-Korean-woman-Oh-Eun-sun-successfully-summits-Annapurna-becoming-the-first-female-to-complete-all-14-eight-thousandersDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.