En las partes bajas del recorrido el visitante podrá admirar increíbles ejemplares del árbol más raro y misterioso de todo el continente europeo: el Pinsapo (Abies pinsapo). Algunos de estos ejemplares llegan a los 300 años y 25 metros de altura.
Al principio del camino hay un cartel informativo donde se detalla que su dificultad es Alta-Muy Alta. Sí, esto no es un paseíto, se hace muy dura en algunos momentos.El camino comienza en la parte derecha del aparcamiento, pasando la barrera y paralelo al Arroyo de las Carboneras. Desde aquí comienza una preciosa y acentuada subida de unos 3 km atravesando el pinsapar: la Cañada del Cuerno.Al poco de comenzar la ascensión observamos un grupo de 8 -10 Mirlos capiblancos (Turdus torquatus) posados en el suelo y en un Majuelo. Al acercarme un poco salen volando y se posan en un pino lejano, a demasiada distancía para el zoom de mi cámara.
Seguimos avanzando, con paso alegre, pues las rampas del principio han dejado paso a una meseta que alivia las pulsaciones e invita a hacer fotografías. Podemos ver los primeros Acentores alpinos (Prunella collaris).
Poco a poco llegamos hasta el Pozo de nieve de Tolox, restaurado en 1997. Esta construcción fue utilizada hasta mediados de los
Una vez descansadas las piernas nos decidimos a alcanzar la cima. Sólo nos separa de ella unos 300 metros pero se pueden atragantar. La pendiente alcanza el 30% en algunos momentos. Al llegar arriba el frío se hace notar, y la sensación térmica es bastante menor a 0. Al resguardo del corralito de piedras, escribimos algo en el cuaderno de notas que a tal efecto alguien ha dejado allí y reponemos fue
Disfrutamos de las vistas de manera intermitente, cuando se retira la espesa niebla.
Tras un rato en la cima decidimos iniciar el camino de vuelta. Serán 7 km y medio con las piernas un tanto castigadas, pero con la satisfacción de haber visto otro pedacito increíble de Andalucía...
Alberto Plata.