Moses, líder de la secta “Hebreos Negros”, vivía con tres esposas y nueve niños, de los cuales sólo uno, no era su primogénito de sangre: el menor asesinado. Los miembros de esta congregación radical creen descender de las antiguas tribus de Israel y plantean que tras una guerra de razas, los negros dominarán el mundo.
El homicida ha sido declarado culpable de un asesinato que el mismo confesó, y cuyo propósito con esta revelación era, según los medios norteamericanos, reducir la condena a dos cadenas perpetuas en lugar de la pena de muerte.
Fuente: CáscaraAmarga