Jason Statham sigue intentando convertirse en el hombre de acción de nuestros tiempos y, aunque no nos ofrece mucha calidad cinematográfica en sus actuaciones, está logrando lo que se propone con cintas como ésta. Asesinos de élite nos cuenta las peripecias de Danny, un ex-mercenario, cuando intenta salvar a un compañero del pasado, Hunter, de las garras del jeque Amr bin Issa. Para recuperar a su amigo con vida, Danny deberá matar, por encargo del jeque, a varios agentes de las SAS responsables de la muerte de algunos de sus hijos. El mercenario hará cuanto esté en sus manos para ir liquidando uno a uno a los agentes, pero en su camino se cruzará un agente implacable, Spike, que no permitirá la muerte de sus compañeros.
Una película de acción que podría haber conseguido más interés del espectador pero que lo "emboba" con golpes de kárate, escenas de acción absurdas (la pelea con Statham atado a una silla), frases "cavernicolescas" y unos personajes testosterónicos muy alejados de la realidad. (3/10)