En noviembre de 2006 fue galardonado con el Premio Pepe Carvalho, que reconoce a autores de prestigio y trayectoria reconocida en el ámbito de la novela negra y donde el jurado consideró que Mankell “comparte con Manuel Vázquez Montalbán la idea de utilizar la novela negra para abordar críticamente los retos de la sociedad actual”. En enero de 2014, Mankell reveló que padece de cáncer.
Asesinos sin rostro es la primera novela de las nueve que conforman la serie de este popular inspector.
La historia comienza cuando una pareja de ancianos granjeros aparece brutalmente asesinada en un tranquilo poblado sueco. Y sólo tienen dos pistas: un un nudo corredizo con el que fue ahorcada una de las víctimas y su última palabra antes de morir en el hospital: “extranjero”.
Este crimen desatará una ola de xenofobia en el que Wallander se dará cuenta de que la sociedad está cambiando y el mundo del crimen con ella.
También es preciso mencionar que a Wallander hace poco que le ha abandonado su esposa Mona y que su hija Linda va completamente por el libre de la mano de un keniata aspirante a médico, mientras su padre empieza a estar senil. Con lo que Wallander entre una cosa y otra, estará expuesto a tensiones varias.
“No existe lo que llamamos la cara del asesino. Uno se imagina algo, un perfil, el tipo de pelo, la posición de los dientes. Pero nunca encaja”.