Miedo.
Sobre el miedo se sustentan las dictaduras y los terroristas, y ambos apelativos pueden ser aplicables a la OLP.
En los años 80 el ente palestino popularizó una forma de hacer terrorismo que alcanzó un gran éxito publicitario, se le llamó intifada y no era ni mas ni menos que el uso masivo e inmoral de civiles, preferiblemente jovenes y menores de edad, como carne de cañon para enfrentarse a los israelies y propiciar con ello la consecución de victimas civiles palestinas para mostrar al mundo la aparente brutalidad israelé.
Era una nueva y perversa forma de cosificar a la poblacion y una cinica manera de presentarse al mundo como víctimas.
Pero el éxito de la intifada se consiguió tambien gracias a la amenaza y coaccion del ente palestino sobre su propia población civil tal y como hicieron publico en los manifiestos de la época.
El 8 de enero de 1988, un primer comunicado firmado por un organismo títere de la OLP autodenominado “Fuerzas Nacionalistas Palestinas” en el que alentaba a la huelga general y a la Intifada afirmaba sin pudor lo siguiente:
“… os pedimos que no escuchéis a los mercenarios de la ocupación que traten de haceros abrir vuestras tiendas. PROMETEMOS CASTIGAR RAPIDAMENTE A LOS COMERCIANTES TRAIDORES Y UNIRNOS PARA LOGRAR LA VICTORIA”
Asimismo amenazaban a las compañías de autobuses que no secundaran las convocatorias de huelga general en los que se imbricaba la Intifada con lo que eufemísticamente denominaban “castigos revolucionarios”
“Advertimos a ciertas compañías de autobuses que se exponen a castigos revolucionarios si no siguen esta convocatoria”
Un segundo comunicado, de fecha 10 de enero de 1988, ya firmado por el “Mando Nacional Unificado para la intensificación de la Intifada en los territorios ocupados”, escrito en el farragoso y pomposo lenguaje revolucionario :
“En consonancia el pueblo de la Intifada sabrá como proteger a los honestos comerciantes y cuándo castigar severamente al que obedezca a los agentes de las fuerzas de ocupacion”
“De cualquier manera, advertimos que todo aquel que trate de violar el acuerdo se las verá con los ashbal de la Intifada”
Como se puede observar, mensajes amenazantes e intimidatorios al más puro estilo mafioso destinados a amedrentar y coaccionar a la población para que se someta a sus dictados
Fuente: “Intifada, la voz del levantamiento palestino”, Editorial Txalaparta, páginas 19 y 23